Giro de Italia 2023 | La continuación del Evenepoel-Roglic, un duelo que empezó y se truncó en la pasada Vuelta

Roglic y Evenepoel. Evenepoel y Roglic. Ambos son los dos nombres por excelencia de este Giro de Italia 2023, miembros del bautizado por todos 'Big Six' del ciclismo y que eclipsan a mismísimos ganadores de la 'Corsa Rosa' o del Tour de Francia. Y es que ni el equipazo que presenta Ineos con Geraint Thomas y Tao Geoghegan Hart a la cabeza parece tener opción antes estos dos grandes favoritos. Es sin duda uno de los duelos de la temporada ciclista.

Un recorrido, con 70 kilómetros de contrarreloj, que parecía hecho a medida de Remco Evenepoel, quien venía de ganar la Vuelta a España sólo un mes antes de la presentación oficial de la ruta. El belga no dudó en aceptar el reto a una carrera en la que hizo su debut en Grandes Vueltas en 2021, todavía mermado por su fatídico accidente en Lombardía un año atrás. Otra caída en la 17ª etapa le hizo abandonar cuando era 19º en la general a casi media hora del líder Egan Bernal. Esa será su 'vendetta' personal.

Pero lo que Remco quizá no esperaba es que Primoz Roglic, que de 'vendettas' sabe un rato, le iba a recoger el guante. El esloveno, después de tres años de intentos fallidos en el Tour, volverá a un Giro que tuvo ganado en 2019. Se vistió con la maglia rosa en la primera etapa, la regaló en la sexta, pero en la novena dio un golpe de autoridad total metiendo más de tres minutos a sus rivales en la contrarreloj de San Marino. Roglic se hundió entonces en una última semana en la que se le atragantó la alta montaña, sucumbiendo a Richard Carapaz, y que terminó por rematar con su celebre caída en el descenso de Civiglio. Y eso que finalmente pudo terminar en tercera posición.

Roglic y Evenepoel se "conocieron" en la pasada Vuelta a España. Hasta entonces, en vueltas por etapas, sólo habían coincidido en el Tour de Romandía 2019, con victoria final para el esloveno, mientras que el belga terminó en 76º posición en la que era su primera carrera de una semana World Tour, y en la Vuelta al País Vasco del año pasado, siendo octavo y cuarto respectivamente, ambos lejos de su pico de forma.

En la ronda española, Remco golpeó primero, y no de cualquier manera. Cogió el maillot rojo en Pico Jano en la sexta etapa y desde ahí no lo iba a soltar. Su puñetazo sobre la mesa fue en la contrarreloj de Alicante, en donde metió 48'' a Roglic y de donde salió con 2'41'' de ventaja sobre el mismo. Eso sí, si alguien se pensaba que no había Vuelta es que por entonces no había visto correr al esloveno, que no se iba a rendir tan fácil y en sólo dos etapas, Sierra de la Pandera y Sierra Nevada, le recortó más de un minuto para llegar a 1'34'' a la última semana.

Dentro de la misma, camino de Tomares, en una cota a 12 kilómetros y en una etapa sobre el papel de transición, Primoz rompió el alto al fuego y sorprendió con una arrancada que no iba a poder seguir el líder. Lanzado a seguir recortando segundos, se fue al suelo a 100 metros de meta, en una caída que terminó por sepultar todas sus opciones. "Policontusiones, heridas superficiales en codo, cadera y rodilla del costado derecho que han precisado de curas locales", decía un parte médico que le obligó a no tomar la salida al día siguiente.

Evenepoel conquistó en Madrid su primera Grande, pero lo hizo con el asterisco de lo que hubiera pasado con Roglic en la carretera. Ambos se volvieron a ver las caras hace cosa de un par de meses en la Volta a Catalunya. El resultado fue el de una batalla sin cuartel desde el primera hasta el último día, con dos victorias de etapa para cada uno y triunfo para el esloveno en la general por sólo seis segundos. Una antesala a lo que vamos a vivir durante las próximas tres semanas en tierras italianas. El duelo está servido. Continuará...