Milán-Turín: La clásica que une la tragedia más grande del fútbol con Pantani y Contador

La Milán-Turín es la clásica italiana más vieja del calendario, pero no la más prestigiosa por sus continuos cambios de calendario y el mayor empaque del Giro de Lombardía, el quinto y último Monumento de la temporada que se disputará este sábado 7 de octubre.

Desde 1876 esta prueba ha celebrado 96 ediciones e incluso ha visto ganadores españoles, como Miguel Poblet, el campeón del mundo de ruta Igor Astarloa o el más reciente, Alberto Contador, quien levantó los brazos en 2012 cuando el trazado estrenó su emblemático final en el alto de la Basílica de Superga y pocas semanas después de que ganara La Vuelta tras su sanción.

Su vuelta al otoño ciclista y ese final en alto en Superga reactivaron esta carrera, objeto de deseo de los grandes en la previa de Il Lombardia. Porque este jueves estará Vincenzo Nibali, quien ya intentó ganar sin éxito los Tre Valli Varesine demostrando ser el más fuerte en este tramo final de temporada. Además de Nibali,en la línea de salida en Sesto Ulteriano también estarán Nairo Quintana comandando al Movistar, Mikel Nieve secundando a Kwiatkowski y Diego Rosa (ganador de esta clásica en 2015) y otros grandes como Ilnur Zakarin, Thibaut Pinot, Bauke Mollema, Tom Dumoulin, Warren Barguil, Rigo Uran, Fabio Aru, Julian Alaphilippe o Philippe Gilbert, quien el sábado buscará su tercera victoria en Lombardía.

Las únicas ausencias notables van a ser las de dos colombianos: El vigente campeón Miguel Ángel López y la de Esteban Chaves, quien no podrá defender su título en Il Lombardia por su caída en el Gran Premio Beghelli, con fractura de clavícula incluida.

Estos ciclistas se disputarán esta prestigiosa clásica venida a más, con dos pasos por la ascensión a Superga: Casi cinco kilómetros de subida al 9,1% de desnivel y rampas de hasta el 14%. El más vigilado, sin duda y como se está comprobando en estas carreras italianas de otoño será Vincenzo Nibali, una vigilancia que puede brindar victorias a otros outsiders como su compañero en el Bahrein-Merida Giovanni Visconti, tal y como se vio en Bolonia en el Giro dell' Emilia.

Los aficionados al ciclismo han recuperado para su causa esta Milán-Turín, pero los fans del fútbol asocian el nombre de Superga al fatídico accidente de avión del Torino en 1949, con 31 víctimas mortales entre ellas toda la plantilla de aquel “Grande Torino”, mejor equipo italiano y tal vez de toda Europa de la época, y base de la selección transalpina. Cuando los ciclistas suban a esta Basílica, podrán ver la placa conmemorativa en honor a aquellos futbolistas que perdieron la vida.

Pero los aficionados más veteranos tal vez también recuerden la terrible caída de un joven Marco Pantani en aquella carrera en 1995, cuando un todoterreno irrumpió en el recorrido y ningún vehículo de la organización o la policía fue capaz de detenerle. Pantani se fue al suelo en un descenso a más de setenta kilómetros por hora y pese a la dureza de ese accidente ‘tan sólo’ se rompió la tibia y el peroné, en un suceso que pudo haberle costado la vida, que le tuvo varias veces hospitalizado y que le reportó numerosos juicios, tal y como se cuenta en la biografía de ‘El Pirata’ firmada por Manuela Ronchi: “Un hombre en fuga”.