Tour de Francia 2021 | El maravilloso relato de grandeza de la dinastía Poulidor-Van der Poel, una familia de campeones
PorEurosport
Actualizado 27/06/2021 a las 20:35 GMT+2
Tour de Francia 2021 | Mathieu Van der Poel ganó en el Mur de Bretagne y se vistió de amarillo para honrar la memoria de su abuelo, Raymond Poulidor. Además, registró otro dato para la historia del ciclismo: su padre Adrie también ganó una etapa en el Tour y se puso líder, por lo que son los únicos padre e hijo de todos los tiempos en alcanzar este hito.
En cada carrera de ciclocross o en sus primeros mundiales de la especialidad que empezó a conquistar desde adolescente, Raymond Poulidor siempre era el primero en abrazar y dar un beso a su nieto. Tras ganar en el Mur de Bretagne y vestirse de amarillo, algo que nunca consiguió el eterno ‘segundón’ del Tour de Francia, Mathieu Van der Poel rompió a llorar sabiendo lo mucho que esto significaba para él mismo y para su propia dinastía de campeones.
Raymond Poulidor ganó siete etapas del Tour de Francia durante su carrera y subió ocho veces al podio final, siendo segundo en tres ocasiones y tercero en cinco para ostentar el récord de mayor número de pódiums finales, más que cualquier otro ciclista. Pero nunca vistió el maillot amarillo porque en su carrera se cruzó primero con Jacques Anquetil y posteriormente con Eddy Merckx. Ambas figuras fueron inalcanzables para ‘Poupou’, pero no ganar el Tour no significó no labrarse un legado de grandeza y el amor eterno de todo su país y del mundo del ciclismo.
Por esta razón era tan importante para Van der Poel honrar la memoria de su abuelo en este Tour de Francia 2021, el primero que corría el holandés. Primero fue la genial idea de copiar los colores del maillot que vistió Poulidor, pero pese a ese romántico guiño al pasado Julian Alaphilippe fue el mejor en la primera etapa.
Van der Poel no podía esperar más, tenía que ser en el Mur de Bretagne ya que desde el lunes hay etapas reservadas a esprínters puros, una contrarreloj y la primera toma de contacto con la alta montaña de cara al próximo fin de semana. Atacó en el primer paso por el Mur, bonificando unos segundos que junto a su victoria y la distancia que sacó a sus rivales le valió para vestirse de amarillo, ganar su primera etapa en el que es su debut en el Tour de Francia y en una gran vuelta y honrar a su abuelo Poulidor, fallecido en noviembre de 2019.
El dato ¿irrepetible? de una dinastía de campeones
El relato de la dinastía Van der Poel no acaba con esas lágrimas de Mathieu en memoria de su queridísimo abuelo. Su padre, Adrie Van der Poel, ganó la cuarta etapa en el Tour de Francia de 1984 y también se vistió de líder. La carrera más famosa del mundo del ciclismo comenzó en 1903 y nunca hasta este hito de esta familia holandesa se había dado un dato así: por primera vez en la historia un padre y un hijo ganan una etapa y se visten con el jersey de líder.
Como su padre, Mathieu ha sido campeón de todo en ciclocross y le ha superado de largo con todos sus Mundiales conquistados, ambos han ganado un Monumento: el Tour de Flandes además de otras dos grandes clásicas como la Amstel Gold Race o la Flecha Brabanzona. Ahora pueden presumir de ser el único padre e hijo de la historia del ciclismo en compartir éxito y gloria en la carrera más legendaria de todas.
Adrie Van der Poel ganó dos etapas en el Tour de Francia, un hito que su hijo puede superar fácilmente pero para igualarle en terreno de clásicas, Mathieu todavía tiene que ganar una Lieja-Bastoña-Lieja e intentar al menos conquistar otras importantes pero de menor importancia como una París-Tours o una Clásica de San Sebastián.
Otros padres e hijos que han ganado etapas en el Tour
Los Van der Poel unen su apellido a los de Alan y Cédric Vasseur, Jelle y Henk Nijdam, Jean-Luc y Pierre Molineros y Emile Sr. y Emile Jr. Masson. Todos han sido padres e hijos ganadores de al menos una etapa en el Tour de Francia, desde las primeras ganadas por Emile Masson en 1922 y 1938 respectivamente, hasta las de Adrie y Mathieu en 1984 y en este 27 de junio de 2021, que ya es por sí mismo un día para la historia de oro del ciclismo.
Mathieu pudo abrazar a su padre, pensando en todo momento que ojalá su abuelo Raymond hubiera podido estar allí para celebrarlo y emocionarse juntos. De todas las victorias y a cada cual más espectacular que brinda el nieto más famoso del ciclismo, la del Mur de Bretagne ha sido la más significativa y cargada de emoción. Un final perfecto para hacer todavía más grande a estas tres generaciones de grandísimos campeones.
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