Vingegaard, Pogacar y dos españoles entre los mejores de los mortales; Los ‘ocho’ del Tour de Francia 2023
PorEdgar Saiz
Actualizado 08/09/2023 a las 12:54 GMT+2
El Tour de Francia 2023 será imposible de olvidar. Un duelo al sol orquestado por dos colosos de otra dimensión, como son Jonas Vingegaard y Tadej Pogacar. Entre los mortales se jugaron un puesto de privilegio en el escalón restante del podio y también hubo claro protagonismo español. Una 'Grand Boucle' para el recuerdo resumida en ocho nombres.
Jonas Vingegaard
De otro planeta. Diferente al de Pogacar, que tampoco es terrenal. Su contrarreloj en Combloux fue una de las más monstruosas que se recuerdan en la carrera más grande de siempre. Una actuación para la historia. Como la de Indurain en Luxemburgo en 1992. Superando a la de su víctima en La Planche des Belles Filles en 2020. Y es que para ganar al esloveno hay que ser una especie de semidiós. Y Vingegaard, frío como el hielo, veloz como el viento, sólido como una roca, ha demostrado que lo es. El hombre -Tour- perfecto. Empate a dos con Tadej.
Tadej Pogacar
El espectáculo lleva su nombre. Pogacar, que sigue siendo el mejor ciclista del mundo pese a no ganar el Tour, no le tiene que demostrar nada a nadie. Y aun así lo hace cada día. Desde su primer ataque en Pike Bídea, el primer día, hasta el último en los Campos Elíseos, en el último día. Como lo hizo en Cauterts-Cambasque para levantarse del primer golpe en Marie Blanque. Y como encontró su redención en Le Markstein después de un hundimiento para el recuerdo en el Col de la Loze. Porque sí, hasta en la derrota despierta admiración. No cambies nunca, Tadej.
Jasper Philipsen
Jasper ‘Disaster’ contra Jasper ‘The Master’. A favor, sus victorias en Bayona, Nogaro, Burdeos y Moulins. Tierra conquistada. Sólo Pedersen pudo con él en Limoges y sólo Meeus le sorprendió en los Campos Elíseos. Incontestable maillot verde, demostrando que domina escenarios infinitos para un velocista. En contra, cuando cerró a Van Aert en una acción al límite y su intimidación de 'malote' a Eenkhoorn en una situación que bien pudo costarle la descalificación. Lo que manda y no tiene discusión, eso sí, es que es el mejor esprinter del mundo.
Adam Yates
El primero de los mortales. El primer líder. La primera victoria en Bilbao. Su primer podio en una Grande. Y el último sospechoso habitual en sucumbir ante los dos colosos. Al final no iban tan mal encaminados en UAE cuando decían que venía de co-líder. Más de eso que gregario, para qué engañarnos. Aunque atado, en cierto modo, y al servicio de Tadej, acaba en una posición de auténtico privilegio. Un tercer puesto en los Campos Elíseos junto a Vingegaard y Pogacar que sólo estaba al alcance de uno. Esa foto ya es para toda la vida.
Carlos Rodríguez
Qué bueno es Carlitos. Porque hay que serlo, y mucho, para hacer esto en tu primer Tour. Su doctorado en Morzine. A las puertas del sol. En un descenso hacia el paraíso. Una victoria ante Pogacar y Vingegaard que jamás olvidará y tampoco olvidaremos. La confirmación de que tenemos vueltómano para más de una década. Ilusión máxima. Soñó y nos hizo soñar con el podio hasta el último día. Que no lo haya conseguido es lo de menos. El ciclismo español está de enhorabuena porque la última estrella mundial es uno de los nuestros.
Pello Bilbao
Tenía que ser él quien rompiese una sequía que duraba cinco años. De Mende a Issoire. El ciclista más infravalorado de nuestro país devolviéndonos a la senda del triunfo. El más ganador en los últimos tiempos después de un tal Alejandro Valverde. Ahora ganando donde sólo ganan los elegidos. Luego fue cuarto en la crono de Combloux, a sólo tres segundos de Van Aert, y tercero en Courchevel, dejando a Vingegaard en la última rampa. Un sin sentido. Sexto en la general y quinto top-10 en una Gran Vuelta. Viva el árbol de Gernika.
Felix Gall
Como toda Gran Vuelta, una gran revelación. El austriaco no sólo se ha presentado en la carrera ciclista por excelencoa, sino que lo hecho entre los mejores. Ya avisó de sus intenciones en Laruns, donde Hindley evitó una victoria que posteriormente escribió en Courchevel. Una de las buenas, además. La insistencia de Ciccone le privó del maillot de lunares. Tanto fue de menos a más que acabó saliendo de paseo con Vingegaard y Pogacar en la etapa de los Vosgos. Una cosa impresionante. Me llamo Felix, Felix Gall.
Kasper Asgreen
Un hombre que honra el arte de la fuga de esta manera debe estar por estas listas. Su momento culmem llegó cuando el Tour llegaba a su fin. Firmó una de las victorias más bonitas ganando un pulso al pelotón de 80 kilómetros camino de Bourg-en-Bresse. Y al día siguiente se quedó a un tubular de repetir hazaña en Poligny. Asgreen viene a recordar que la manada de lobos sigue aullando. Y de paso, también, que tiene en la vitrina un Tour de Flandes y ante Mathieu van der Poel, por si a alguno se le había olvidado.
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