Tras un año horrible, Tom Dumoulin ya ilusiona para 2020: a por el Tour y una medalla olímpica

Se acaba un 2019 complicado para Tom Dumoulin. Sin victorias, sin apenas buenos resultados salvo el cuarto puesto en la general de Tirreno-Adriatico y con una lesión de rodilla que tardó en sasnar a causa de su caída en el Giro de Italia. Cuando entró cabizbajo y ensangrentado camino de Terracina se aventuraba que no iba a pasar nada bueno, pero ni él mismo ni nadie podían esperar que acabaría en una temporada en blanco.

Intentó ponerse en forma de cara al Tour de Francia tomando la salida en Dauphiné -abandonó en la séptima etapa- y entrenando en Tenerife días después se dio cuenta que no estaba para correr el Tour de Francia. De él siempre se espera lo máximo como uno de los grandes vueltómanos del momento, por lo que el gigante de Maastricht no pudo ni quiso comprometer su imagen.

Su caché no ha bajado pese a esta mala temporada, tanto es así que en 2020 será el líder claro del Jumbo-Visma en el Tour de Francia pese a que Primoz Roglic ha demostrado con creces ser el más fuerte del equipo neerlandés con su podio en el Giro y su triunfo en La Vuelta. Con su futuro resuelto diciendo adiós al Sunweb y teniendo la mejor acogida posible en su nueva casa, Dumoulin ya puede pensar en grande de cara al año que viene.

Enrolado ahora en una gran estructura y con gregarios valiosos por fin puede pensar en ganar el Tour de Francia, donde ya fue segundo en 2018 tras Geraint Thomas. Falta por saber si la organización de la carrera gala le hará algún guiño incluyendo en el recorrido algún kilómetro contrarreloj más de los que ha dispuesto en la edición de 2018. Otros años era él quien elegía sus objetivos, pero ahora es el Tour de Francia quien parece haberle elegido a él como uno de los grandes protagonistas.

El año que viene se dan por tanto esos condicionantes ideales para que Dumoulin sea candidato número uno a destronar a Egan Bernal o a hacer frente a un Chris Froome que si está recuperado de su accidente querrá ganar su quinta corona en París. Esos condicionantes su propia ambición y convencimiento marcando el Tour como gran objetivo, una recuperación plena de esa maldita rodilla y por fin correr en un equipo que puede mirar a la misma altura al Team Ineos.

Y tras el Tour de Francia llegarán los Juegos Olímpicos de Tokio. La prueba en línea comenzará sólo seis días después del paseo triunfal en los Campos Elíseos. Esos seis escasos días de transición no son un problema para él, tal y como dijo en una entrevista a NOS: “No es el escenario ideal, pero estoy convencido de para poder combinar ambos”. En la cita de Río 2014 fue medallista en contrarreloj y tiene la vitola de ser campeón del mundo de la especialidad, ahí puede haber metal si recupera su mejor nivel.

Pero la frase más ilusionante de este ciclista que siempre ilusiona es esa ambición recuperada de cara a 2020: “Ahora sé lo que quiero lograr en mi carrera. Quiero dar lo mejor de mí mismo en una bicicleta durante los próximos cinco o seis años”.