De Clercq resiste y Contador es tercero

De los tres aventureros que sorprendieron en la jornada inaugural sólo el belga Bart de Clercq (Lotto-Soudal) resistió a las embestidas del pelotón en la etapa reina de la Volta a Catalunya, que se llevó el estadounidense Tejay Van Garderen (BMC).

No acertó Pierre Rolland (Europcar), hasta hoy al frente de la clasificación, al asegurar que la cuarta etapa, con inicio en Tona y final en La Molina, podía decidir el vencedor de la ronda catalana. Su nuevo líder, un actor secundario del gran grupo, tiene una renta entre 21 y 54 segundos con nueve de los favoritos, entre los que se encuentran el australiano Richie Porte (segundo) y el español Alberto Contador (quinto).

Y eso que algunas voces autorizadas del pelotón apuntaban que, con la ventaja cercana a los dos minutos y medio de un corredor completo como Rolland, era difícil sacar tajada en una etapa con el Alt de la Creueta, de primera categoría, como principal escollo para buscar las cosquillas al francés, que hoy se dejó más de cinco minutos. El corredor del Europcar no resistió en La Creueta, donde cedió 50 segundos, y claudicó en el ascenso final a La Molina, de primera categoría, momento en el que los gallitos del pelotón empezaron a atacar.

Si las principales espadas del pelotón ya animaron ayer la carrera con un ataque en una jornada de transición, este jueves endurecieron la carrera para fulminar a Rolland y Paterski (CCC), pero no a Bart De Clerq, el único superviviente de la sorprendente escapada de Calella. Esta vez sí colaboraron las escuadras de los favoritos para cansar a Rolland. Prueba de ello es que la escapada del día, iniciada en el kilómetro cinco, la protagonizaron el estadounidense Thomas Danielson (Cannondale-Garmin) y el austríaco Riccardo Zoidl (Trek), gregarios de equipos destacados del pelotón.

Sin embargo, todos los focos estaban centrados en las primeras espadas del gran grupo. En el kilómetro 143, en el inicio del largo alto de La Creueta, un selecto grupo de 20 ciclistas, entre los que se encontraban Contador, Porte y Urán, rompían el pelotón y, a cinco kilómetros de la meta, acababan con las esperanzas de los aventureros. Empezaba lo bueno. El primer puñal lo clavó el bielorruso Vasil Kiryenka (Sky). Un impetuoso Dan Martin (Cannodale-Garmin) picó el anzuelo y se lanzó para dar caza al primer valiente. Pero la estirada buena fue la que propició el estadounidense Tejay Van Garderen que encabezó la etapa en solitario a 3 kilómetros de meta.

Entre los favoritos, Contador fue el primero en probar suerte. Se precipitó algo el pinteño con su ataque, de más a menos, y el colombiano Darwin Atapuma (BMC) y Warren Barguil (Giant) contrarrestaron su primera embestida. A 1.500 metros del final, Porte también llegó a conectar con el líder de filas del Tinkoff-Saxo, quien vio cómo el australiano, actual número uno de la clasificación mundial, le sacaba cinco segundos a pocos metros de la meta.

El más rápido, sin embargo, fue Van Garderen. El vencedor de la etapa reina de la pasada edición con final en Vallter, llegó con tres segundos de ventaja respecto al ciclista de Sky y pudo sacarse la espina de la tercera etapa en la que perdió diez minutos.

A pesar de sus movimientos en La Molina, el pelotón no pudo deshacerse de De Clercq, el único superviviente de la primera etapa, quien pasó a dos minutos del vencedor. Tras sobrevivir en la montaña, el belga mantiene una diferencia de 21 segundos con Richie Porte, segundo clasificado, y tendrá que luchar en la última etapa con las ocho vueltas al circuito de la montaña de Montjuïc, en Barcelona, si quiere llevarse su primera ronda por etapas del circuito WorldTour.

La Volta se despide de su corto paso por los Pirineos y afronta mañana una etapa de transición, de 195 kilómetros con inicio en Alp (Girona) y Valls (Tarragona), en la que no se esperan muchos movimientos por parte del pelotón.