La Vuelta 2016: Robert Gesink, el ciclista que por fin venció a sus propias desgracias
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Actualizado 04/09/2016 a las 10:53 GMT+2
El holandés Robert Gesink ganó la etapa reina de La Vuelta 2016 tras imponerse en la cima del Aubisque. Una victoria especial para un ciclista marcado por las caídas, la mala suerte y las desgracias personales. Llamado a ser el mejor corredor de su país de los últimos tiempos, el apodado Largo de Varsseveld ha recuperado la sonrisa y su carácter ganador.
Robert Gesink, ganador de la etapa reina de La Vuelta 2016
Fuente de la imagen: EFE
Antes de que irrumpieran su compañero en el Lotto-Jumbo, Steven Kruijswijk, Bauke Mollema y la reciente plata olímpica de contrarreloj, Tom Dumoulin, el ciclista holandés llamado a reconquistar el Tour de Francia, una gran vuelta o cualquier victoria que se le antojara, era Robert Gesink.
Un ciclista que destacaba por su metro noventa de estatura, su extrema delgadez y un peculiar estilo escalando, siempre de pie y con su largo tronco balanceándose bruscamente en cada pedalada. En el Tour de Francia de 2010 ya comenzó a dar muestras de su calidad, finalizando en sexta posición que se convirtió en un cuarto puesto tras las descalificaciones de Denis Menchov y Alberto Contador, y compartiendo también la clasificación de mejor joven con el entonces imponente Andy Schleck.
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2010 Tour de France Robert Gesink
Fuente de la imagen: AFP
Su mejor temporada y sus buenas dotes para ganar cualquier carrera quedaron manifestadas aquel año, especialmente a final de temporada cuando dominó las clásicas canadienses de Québec y Montreal, con un tercer puesto y una victoria respectivamente y pocas semanas después venció con autoridad el italiano Giro de Emilia. Partía entonces como gran favorito a ganar el Giro de Lombardía, el quinto y último Monumento de la temporada ciclista, pero en esas semanas la vida le asestó su golpe más duro.
Su padre Dirk, quien con infinita pasión le acabó convirtiendo en ciclista, falleció debido a las heridas producidas en un accidente que tuvo mientras montaba en bicicleta. A Robert le costó recuperarse del golpe en lo personal, pero no en lo deportivo porque 2011 empezó para él ganando el Tour de Oman.
Los notables resultados se iban sucediendo en su palmarés, pero su asalto al Tour de Francia en 2011 se torció, y desde entonces las generales de las grandes vueltas comenzaron a ser un objetivo cada vez más lejano, aunque fue sexto en La Vuelta de 2012 y en 2015 recuperó su regularidad en la ronda gala con un nuevo sexto puesto.
Dos nuevos y duros golpes
Pero la vida, esta vez en una complicada operación cardíaca para mejorar unas arritmias, volvió a golpearle en 2014, algo que le obligó a estar varios meses fuera de la competición. No tardó en volver a escena, pero el destino volvió a jugársela cuando su mujer tuvo que ser hospitalizada al complicársele el parto de su hija. Abandonó La Vuelta de súbito cuando también transitaba entre los primeros puestos de la clasificación.
La vida deportiva, aunque con menos brillo y menos victorias, continuó para Robert Gesink. Hasta esta victoria en el Aubisque que tanto buscó en la subida a Los Lagos de Covadonga. El Largo de Varsseveld no ocultó su alegría, como tampoco escondió que vino a esta Vuelta también por un imprevisto en forma de caída.
Otra caída para olvidar
En su agenda estaba acudir al Tour de Francia, esa carrera que en 2010 le vio brillar y le convirtió en el aspirante holandés más firme, pero una caída en su preparación durante la Vuelta a Suiza le dejó noqueado y cambió sus planes para ayudar a Steven Kruijswijk en sus aspiraciones en esta Vuelta 2016.
Estoy realmente feliz porque llevo un año muy duro, me caí en la Vuelta a Suiza y no pude ir al Tour. Estuve cerca de ganar en Covadonga, pero Nairo Quintana me superó cerca del final. Yo pensaba que iba a tener otra oportunidad, y hoy me ha salido bien
El golpe de la caída me hizo perder la memoria. Las primeras semanas solo quería dormir, pero luego poco a poco me fui recuperando. Ahora en la Vuelta estoy contento de cómo me están saliendo las cosas y me siento bien y sano
Ahora mira de otra forma al futuro
A sus 30 años y tras este golpe de moral, afirmó tras esta merecida victoria que en el objetivo volverá a pelear por las generales. El Tour, siendo honestos, lo tendrá realmente complicado, pero esa mala suerte ha empezado a mutar y, quién sabe si algún día…
Espero en el futuro pelear por la general porque mis características son para eso. Pero también me gusta ganar etapas
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