Covid-19 y Juegos Olímpicos: escenario incierto para la esgrima española

La postura de la Federación Internacional de Esgrima respecto al aplazamiento de los Juegos Olímpicos para el año 2021 ha sido clara: las calificaciones obtenidas durante el 2020 se mantendrán, de manera que quien tuviera ya su pasaporte olímpico lo seguirá manteniendo.

Pero, a diferencia de países como los Estados Unidos o Italia, que se habían clasificado para todas las armas (masculino y femenino), la situación de España se presenta un tanto compleja.

Nuestra Federación Española de Esgrima avisa que no podrán darse nombres definitivos hasta que no se dispute el Grand Prix de Annaheim (California, EE UU), que también fue anulado debido a la pandemia del coronavirus. Hasta entonces, teníamos a Teresa Díaz y a Carlos Llavador con los puntos suficientes para participar en los Juegos de Tokio, pero la cancelación del evento de Annaheim impidió la clasificación oficial de estos jóvenes atletas.

Efectivamente, el Grand Prix de florete de la localidad californiana era fundamental para todos los floretistas que en él participaban. Ahora habrá que esperar una nueva fecha, que decidirá la misma Federación Internacional de Esgrima. Pero no lo tiene fácil, pues la situación actual con el Corona Virus no permite programar nada ni si quiera a corto plazo.

Quedaba la posibilidad del Preolímpico que debía disputarse en Madrid este mes de abril, y que también ha sido cancelado hasta nuevo aviso. A la incertidumbre se añade el riesgo de que los campeonatos se solapen y muchos no puedan ni siquiera celebrarse, o nuestros esgrimistas deban escoger ante la imposibilidad de estar en dos sitios a la vez.

La pandemia por el virus Covid-19 ha parado el mundo tal y como funcionaba hasta ahora, y el deporte no ha sido una excepción. Habrá que esperar tiempos mejores y confiar en que para después del verano puedan comenzar a desarrollarse los primeros eventos deportivos de esgrima.