Se estudia el nuevo calendario para los campeonatos de esgrima

No está resultando fácil para el mundo del deporte gestionar los efectos logísticos de la pandemia ocasionada por el Covid-19. El mundo de la esgrima no ha sido una excepción, y, desde principios de marzo tuvieron que suspenderse todos los campeonatos previstos.

A medida que van transcurriendo las semanas, las organizaciones buscan nuevas nuevas fechas donde recolocar esos eventos, y en el caso de no ser posible, su cancelación definitiva. De momento la FIE no se ha pronunciado y todavía estudian el nuevo calendario que se conocerá lo antes posible.

Las primeras suspensiones llegaron en el mes de marzo, con el Grand Prix de Anaheim (California, Estados Unidos), la Copa del Mundo masculina de sable en Budapest (Hungría), Copa del Mudo masculina de espada en Buenos Aires (Argentina) así como las Copa del Mundo femeninas de sable en Sant Niklaas (Bélgica) y la de espada que debía disputarse en Tashkent (Uzbekistán). No podemos olvidar los torneos preolímpicos, como el que iba a disputarse en Madrid el pasado 18-19 de abril, o el de Seúl, también en abril, decisivos para las clasificaciones de cara a los Juegos Olímpicos, que también fueron suspendidos.

Los eventos de mayo también se cancelaron, y dada la situación de emergencia actual no parece tampoco que en junio podamos disfrutar de torneos de esgrima tan importantes como el Campeonato de Europa que debía disputarse del 14 al 21 en Minsk (Bielorusia), o los esperados Campeonatos Panamericanos de Asunción (Paraguay), del 16 al 21 de ese mes.

Dada la complejidad para recolocar todos los eventos, y que los atletas mantengan las puntuaciones que tenían hasta el momento de las cancelaciones, no se prevé que las nuevas fechas vayan a ser antes de verano; más bien se baraja la posibilidad de finales de septiembre y octubre para volver a poner en marcha toda la maquinaria que comportan los torneos de esgrima.