El milagro de Ledecka: Ganó el oro en el Supergigante con unos esquís prestados

Una cita como los Juegos Olímpicos siempre deja historias de superación que trascienden al deporte o a los simples metales que se otorgan a los mejores. Historias sencillas, aunque valiosas, que se convierten en extraordinarias gracias al prisma del olimpismo.

El pasado sábado, en la disputa del Supergigante femenino de esquí alpino, asistimos a dos hechos insólitos en los deportes de invierno. El primero fue que una rider profesional de snowboard, Ester Ledecka compitió en el Supergigante de esquí alpino por primera vez en la historia. Nadie había hecho esa transferencia de deportes en unos Juegos Olímpicos de Invierno y la atleta checa fue la primera persona en lograrlo. Y no contenta con hacer historia de esa manera, Ledecka ganó el oro por delante de auténticas especialistas como Veith o Vonn, con un tiempo de 1min 21.12 sec, sólo una centésima mejor que la segunda clasificada.

La historia, que cerrada de esa manera pasaría sin lugar a dudas a formar parte del anecdotario olímpico como una gran gesta, no termina ahí. El segundo hecho insólito se ha revelado recientemente. Un nuevo dato que agranda la leyenda de la deportista de 22 años. Resulta que Ester Ledecka compitió en el Supergigante con un equipo prestado. Esquíes y bastones corrieron a cargo de la también estrella olímpica MIkaela Shiffrin.

La última palabra de esta historia, por el momento, la ha tenido la propia atleta estadounidense, Mikaela Shiffrin, que ha declarado que "realmente no sabemos si eran míos (los esquís) o no". "No tengo confirmación". Una anecdota que añade un halo de leyenda mayor a la checa Ester Ledecka.