Wengen y Kitzbühel: los descensos más prestigiosos del esquí en sólo 8 días

Madrid, 11 ene (EFE).- El del Lauberhorn, en Wengen (Suiza) -el más largo-; y el del Hahnenkamm, en Kitzbühel (Austria) -el más peligroso-, los dos descensos más prestigiosos del esquí alpino, existentes desde los años 30 del pasado siglo, serán las grandes atracciones, este fin de semana y el siguiente, de la Copa del Mundo del deporte rey invernal.

Wengen, en el Oberland bernés -donde este viernes también se disputará una combinada-, albergará el sábado en la pista del Lauberhorn el descenso más largo de la Copa del Mundo, justo una semana antes (como es tradicional) de que la terrorífica Streif de Kitzbühel, en el Tirol, sea escenario de nuevo de la más peligrosa versión de la prueba reina del esquí alpino.

A la pista del Lauberhorn, de más de cuatro kilómetros (4.270 metros), con salida a 2.315 metros de altitud y un desnivel de 1.028, entrará este año como líder de la Copa del Mundo de descenso el noruego Aksel Lund Svindal, campeón olímpico (de supergigante) -que en los Juegos de Vancouver 2010 (Canadá) ganó una medalla de cada metal-, quíntuple campeón del mundo; y doble ganador de la gran Bola de Cristal (2006-07 y 2008-09) que distingue al ganador de la general de la Copa del Mundo.

Svindal, de 35 años, dos de cuyos títulos mundiales son, precisamente, de descenso -los de Are 2007 (Suecia) y Schladming 2013 (Austria)-, presenta un sobresaliente palmarés (con otras diez pequeñas Bolas de Cristal y 34 victorias en todas las disciplinas, salvo el eslalon) que sería casi estratosférico de no haber sufrido, durante su carrera, cuatro lesiones graves.

La última de ellas hace justo dos años, precisamente en el descenso de Kitzbühel, que afrontaba como líder de la general tras haber ganado el día antes un supergigante en esa estación, una semana después de haber triunfado en el Lauberhorn. Svindal acabó su temporada en la Streif, al dañarse seriamente la rodilla derecha, antes de que la prueba quedase suspendida por poca visibilidad.

Totalmente recuperado y tras haber subido al podio en los cuatro descensos disputados este curso, Svindal -ganador en Vail (EEUU) y Val Gardena (Italia)- encabeza la Copa de la disciplina con 340 puntos, 78 más que el suizo Beat Feuz -vencedor en Lake Louise (Canadá)- y con 131 de ventaja respecto a otro noruego, Kjetil Jansrud, que, al igual que él, también tiene una medalla olímpica de cada metal, al añadir a la plata del gigante de Vancouver el oro en 'súper' y el bronce en descenso en los Juegos de Sochi 2014 (Rusia).

La prueba del Lauberhorn, donde el galo Adrien Theaux dominó el ensayo de este jueves -al bajar en dos minutos, 29 segundos y 69 centésimas, 36 menos que el vigente campeón olímpico, Matthias Mayer y con 66 de ventaja sobre otro austriaco, Max Franz (Janrud fue cuarto, a 84)- alcanzará su octogésima octava edición este fin de semana.

En una pista histórica, con pendiente máxima del 41 por ciento -en el estrecho y durísimo 'Hundschopf', sin escapatorias-, que arranca desde hace tres decenios con el 'Russisprung', salto que diseñó el suizo Bernhard Russi, oro olímpico en Sapporo'72 (Japón), incluido en un recorrido en el que no figuraba en 1930 -cuando ganó por primera vez su compatriota Rubi Christian- y del que se pasa de los 100 a los 130 kilómetros por hora en el 'Traversenschuss'.

Otro de los puntos míticos de un bellísimo trazado en el que también destacan el 'Alpweg' (camino alpino), con la curva en honor a otro helvético, Bruno Kernen -ganador en 2003 y que en 1997 voló de espaldas hacia las redes de protección, que lo 'escupieron'-; el 'Hannegschuss'; el 'Silberhornsprung' -salto incluido en 2003-, el 'agujero de los austriacos' ('Österreicherloch') y las tres curvas anteriores al salto de entrada en meta (generalmente heladas), a las que los competidores llegan casi sin fuerzas.

El año pasado una fuerte nevada obligó a la cancelación del descenso (que se recuperó en Garmisch, Alemania), por lo que el último ganador en Wengen es Svindal, que este jueves no arriesgó y marcó el vigésimo cuarto crono, a 2:35 del tiempo de Theaux.

Una semana después del Lauberhorn, los reyes de la velocidad competirán en Kitzbühel, donde servirá de aperitivo un supergigante, la víspera del descenso más salvaje del circuito. En una pista, la Streif, de 3.312 metros de longitud, con salida a 1.665 y un brutal desnivel máximo del 85 por ciento: el 'Steilhang', al que se llega tras el primer salto -de hasta 80 metros- de la 'Mausefalle' (la 'ratonera'), ocho segundos después de tomar la salida, en una zona con desnivel del 51. A unos 120 por hora.

El 'Gschöss', la 'Seidlalm' y su salto ciego; el 'Lerchenschuss' y la 'Hausbergkante', antes del espectacular salto a zona de meta -en el que los más rápidos se aproximan a los 150 kilómetros por hora- son otros de los principales puntos del mítico descenso de Kitzbühel de la próxima semana.

Las carreras del Hahnenkamm alcanzarán su septuagésima séptima edición, después de que en 1946 ganase por primera vez en la Streif el austriaco Thaddäus Schwabl, aunque ya en 1931 su compatriota Ferdl Friedensbacher había ganado un descenso en Kitzbühel, donde el año pasado se impuso el italiano Dominik Paris.