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Llegó el día que más esperaba Carlos Sainz hijo. El día que comenzó a trabajar en la Scuderia como piloto oficial de Ferrari. El madrileño formará pareja con el monegasco Charles Leclerc en la escudería más glamurosa y laureada de la Fórmula 1.
En su primer día, Sainz se sentó dentro del monoplaza y se reunió con varios ingenieros del equipo para hablar de temas como la aerodinámica o el reglaje del coche. El español volvió a mostrarse muy activo en el feedback con su equipo y seguro que aportará mucho a Ferrari en la puesta a punto del coche, como ya ha hecho en McLaren.
Ahora irá quemando etapas y la siguiente es comenzar a rodar en asfalto con los monoplazos del cavalino rampante. Sainz será uno de los pilotos más vigilados de la parrilla tras su salto a la Scuderia.