Blog García Mera: La lengua de los dioses

Porque los grandes deportistas hablan un idioma diferente. ¿Y en qué consiste ese idioma?

“La lengua de los dioses”, según Andrea Marcolongo, no hace caso del cuándo, sino del cómo. Es decir, que los dioses no se preocupan del momento, sino del aspecto de la acciones.

Nos resulta imposible pensar sin el tiempo. Ese concepto nos condiciona completamente. Y, sin embargo, los más grandes, los dioses de nuestro deporte lo hacen. Piensan sin importarles el tiempo. No hacen caso del cuándo. Reflexionan sobre el cómo. No miran el reloj a cada minuto, no se fijan en el marcador o en el resultado o en el tipo de partido. Les preocupa el aspecto de cada acción.

Revisando a los grandes de nuestro deporte (Mauro, Carosini, Celso, Paulo, Lenisio, Daniel, Amado, Falcao, Ricardinho…) observas que, más allá de sus diferencias, hay un denominador común: usan el mismo lenguaje, es decir, siempre aparecen en los momentos más complicados, precisamente porque no les interesa el cuándo, sino el cómo. Porque no juegan con un reloj en su cabeza. Ellos no memorizan el juego, sino que lo piensan. Le dan sentido a lo que hacemos el resto de mortales. Entienden lo que está sucediendo. Y están acostumbrados a hacer “el más difícil todavía” tanto en momentos intrascendentes como en situaciones críticas, ya que abandonaron el cuándo y se centraron en el cómo.

El tiempo, esa cárcel que no nos deja escapar. Los deportistas somos presos del cuándo: cuándo debo jugarla de primeras, cuándo me voy a recuperar de la rotura de fibras, cuándo el deporte me devolverá todo el esfuerzo que hago… Siempre el dichoso cuándo. Sin embargo, los dioses, esos genios del deporte que todos recordaremos siempre piensan el juego sin importarles el tiempo.

Y con el paso de los años te das cuenta de que son los genios los que nos han construido a través de su peculiar lengua, hecha de jugadas que nos suenan familiares pero que no terminamos de saber pronunciar.