Blog De la Calle: El gambito de Solari

Compareció en rueda de prensa Santiago Hernán Solari como técnico del Real Madrid por primera vez. Lo hizo con una sonrisa que delataba su satisfacción. La de alguien que pudiendo elegir atajos prefirió recorrer el camino más largo y ortodoxo. No quemar etapas aprovechando el rebufo de Zidane. Apostó por el chandalismo ilustrado para esta primera aparición. Un chándal que mostraba una S a la derecha de su pecho, la S de Solari, evitando las malinterpretaciones que pudiera conllevar haber colocado las iniciales de su nombre y apellido: Santiago Solari.

Atendió a los medios con un tono amable, parsimonioso. Habló de la grandeur de Zidane ("dejémoslo ahí arriba"), de la naturaleza de sus jugadores ("son campeones, unos guerreros") y de la grandeza del Real Madrid ("que nos incluye a todos"). Geolocalizó así esta aventura que está viviendo con interinidad o provisionalidad, pero que muchos sospechan que podría ser más extensa si es capaz de empatizar con el vestuario y le respetan los resultados. Lo segundo parece accesible porque el calendario es benévolo (Melilla, Valladolid, Viktoria y Celta). Lo primero es factible porque los jugadores se han levantado en armas ante la posible llegada de técnicos de mano dura como Conte, lo cual convierte a Solari en un aliado.

Lo que chirrió en la rueda de prensa fue esa afirmación tribunera de un tipo cultivado como Solari: "La idea es ir a jugar a Melilla con dos cojones". No es su estilo. Parece un claim diseñado de forma premeditada por un director de comunicación como cortina de humo. Algo inesperado en el ilustrado técnico argentino. Mañana las portadas de los periódicos hablarán de los cojones de Solari. No hablarán de temas espinosos como el despido, aún caliente, de Lopetegui, o el indigno comunicado del Real Madrid contra el técnico vasco.

Solari lanzó carnaza con ese titular bilardista y borró, como por arte de magia, todo el complicado contexto en el que ha tenido que asumir el cargo. Santi, muy aficionado al ajedrez, utilizó una de esas maniobras de distracción tan habituales en este deporte. Santi realizó un movimiento clásico en el cual sacrificas algo (en este caso salpicó su cultivada imagen) para conseguir una ventaja (que todos hablen de los "cojones"). Es lo que se viene llamando un gambito.

Solari no dejó de sonreír, pero incluso a la hora de lanzar esa frase midió el timing para colgar su categórica declaración en el aire de la poblada sala de prensa de Valdebebas. Y se marchó con una sonrisa cómplice. Solari ha movido pieza. Y la partida promete ser interesante. ¡Suerte amigo!