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Blog Uría: El líder invisible

Rubén Uría

Actualizado 08/10/2018 a las 11:03 GMT+2

Lleva años haciendo las cosas como nadie, compitiendo dentro y fuera del campo, con menos recursos, pero el Sevilla FC sigue siendo invisible. Y no es justo.

Sevilla's French forward Wissam Ben Yedder (C) celebrates after scoring a goal with Sevilla's Spanish midfielder Pablo Sarabia (L) and Sevilla's Italian midfielder Franco Vazquez during the Spanish league football match between Sevilla FC and RC Celta de

Fuente de la imagen: Getty Images

Nada nuevo bajo el sol. Afición y periodismo llevamos cierto tiempo reclamando una Liga más igualada, equilibrada y competida, una competición donde no sólo brillen los dos de siempre y donde se multipliquen las posibilidades de ver otras alternativas de poder. Y sin embargo, cuando esto sucede, aunque sea de manera coyuntural, cuando surgen equipos que realmente están dando emoción y nuevos horizontes a la Liga, los periodistas volvemos a poner el foco en lo único que realmente vende, según los cánones establecidos de la industria y su particular dictadura de las audiencias. ¿Quién es el líder de Primera? Pues verán ustedes, el Sevilla FC. Un club que lleva años haciendo las cosas bien, una institución cuyo modelo deportivo-económico se estudia en las más prestigiosas universidades y cuyo proyecto deportivo debería suscitar la máxima atención de la industria. Y sin embargo, el Sevilla, cinco veces campeón de Europa en los últimos años, sigue siendo, por alguna razón ignota, un club invisible. Dicen los que saben de esto que no existe la mala o buena publicidad. Sólo existe la publicidad. Y en el caso que nos ocupa, del Sevilla no se preocupó nadie cuando levantó cinco trofeos de la Europa League, ni se hará ahora que marcha líder de un campeonato igualadísimo, porque el gran foco mediático sólo se alimenta de los malos momentos de Madrid y Barça. Lleva siendo así toda la vida, pero el hecho de que se haya convertido en costumbre no deja de ser tan injusto como grosero.
Es posible que el Sevilla no tenga quien le escriba, publicite o señale, más allá de la prensa local – que, por cierto, cada día goza de una mejor cobertura y salud, porque el fútbol en Sevilla es una religión-, pero sus méritos deportivos son incontestables. El equipo de Machín lleva muchos kilómetros en las piernas, comenzó la temporada disputando eliminatorias de la Europa League y a día de hoy, es el equipo más en forma del campeonato. No hace demasiado tiempo, con el club envuelto en una guerra intestina por el poder y después de algún pésimo resultado, parte del público de Nervión reclamó la dimisión del presidente Pepe Castro. Por cierto, es curioso: ese día, los gritos y el jaleo sí tuvieron recorrido informativo para muchos de los medios que suelen ignorar al Sevilla. Fue tras perder ante el Getafe, el 16 de septiembre. Desde entonces, cuatro victorias seguidas y pleno de puntos, 12 logrados de 12 posibles, con triunfos ante Levante (2-6), Real Madrid (3-0), Eibar (1-3) y Celta (2-1). Hoy, después de marcar 14 goles en 4 partidos, el Sevilla FC es líder de la Liga. Lo es porque el equipo está empezando a digerir el sistema de juego del entrenador, está asumiendo automatismos, tiene claro a qué juega y sigue creciendo. Sarabia (extraordinario), Navas (segunda juventud) o Banega (líder) son los líderes de un equipo que ha mejorado en la portería con Vaclik y que ahora, por fin, tiene gol con André Silva (recién llegado) y Ben Yedder (por fortuna, no se fue). No es que el SFC sea el equipo más potente del campeonato, pero sí el más en forma. Eso exige respeto.
¿Y ahora, qué? Pues ahora se abre un nuevo horizonte con dos frentes bien distintos. El interno y el externo. De puertas para adentro, conviene que el sevillismo reflexione acerca de si estos están siendo los mejores años del club, sobre si realmente le hace bien al club la disputa entre los partidarios del anterior presidente (Del Nido) y los del actual (Pepe Castro), sobre si es conviene santificar a unos y demonizar a otros según entre la bolita o no, o si es más justo valorar lo que se está consiguiendo en los años más dorados del club, para seguir creciendo desde la unidad. De puertas para afuera, conviene que los que no son sevillistas se acerquen a la realidad del club para tratar de saber cómo es posible que un club que no tiene el potencial económico de Madrid, Barça o Atleti sigue haciendo las cosas bien, sigue compitiendo, creciendo y aspirando a fichar jugadores que casi siempre consiguen mantener al equipo en la elite reinventándose en el mercado. Es posible que el Sevilla FC, que lleva años haciendo las cosas de manera envidiable, siga siendo invisible para el gran público y para los altavoces mediáticos, pero si sigue siendo así, nunca será por culpa suya. Se está esforzando en todo lo contrario, está marcando territorio una y otra vez y defendiendo, dentro y fuera del campo, que merece su espacio. Podemos tratar de ver algo que es una realidad o seguir escondiéndola debajo de densa, sucia y vieja alfombra del Madrid y del Barça, que todo lo tapa. Eso sí, luego no seamos cínicos: no nos llenemos la boca de pedir una Liga igualada cuando el líder es el Sevilla y nadie le dedica una mísera portada.
Rubén Uría / Eurosport
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