Blog Uría: El quirófano del Cholo Simeone

“Se busca rival digno para derbi decente”. Quienes fueran los inventores de aquella pancarta antes de un derbi en el Bernabéu, deben sentirse plenamente felices al comprobar que su plegaria ha sido atendida por los designios inescrutables de Simeone. Desde que el argentino llegó al Atlético y lo reconstruyó, piedra sobre piedra, el equipo colchonero es todo eso que reclamaba la pancarta. Eso y más, porque los números no mienten. Desde que el Doctor Cholo metió el derbi en su quirófano, el cuento ha cambiado. Incluso con las cicatrices imborrables de Lisboa y Milán, ahora el Madrid parece algo menos y el Atleti, algo más. Día a día, partido a partido, la intrahistoria de los derbis ha experimentado un cambio radical. La cirugía del Cholo, continua y regular, ha tenido fases: primero instaló a su equipo en la sala de espera, después logró que les dieran el alta en el hospital y finalmente logró lo imposible, convertir al Madrid, siempre un mal paciente, en un habitual de su consulta.

Simeone ya es un experto en aplicarle al Madrid, tenga el entrenador que tenga, Mourinho, Ancelotti, Zidane o Lopetegui, una intensa sesión en la silla del dentista. Los que pedían aquel rival digno para un derbi decente han visto cumplido sus anhelos. En los últimos seis cursos de Liga, el Atleti ha salido ileso del matadero blanco, con la cabeza alta y con la sensación de que el Bernabéu, antes infranqueable para los colchoneros, ahora parece el jardín de Simeone. DE los últimos diez derbis, el Real sólo ha ganado uno; de los últimos seis en el coliseo blanco, no ha ganado ninguno. Antes de Simeone, el Atleti sumó 14 años sin ganar. Con el Cholo, todo eso forma parte de la prehistoria. Lo que era un paseo militar blanco hoy es una moneda al aire. Una sensación angustiosa para el madridismo y un motivo de orgullo para la colchonería.

El último derbi dejó una parte para cada equipo, una brillante actuación de ambos porteros y en el capítulo de la polémica, una mano de Casemiro que, siendo vista por árbitro y VAR, no acabó en el punto de penalti. El punto, otra vez, supo mejor en Neptuno que en Cibeles. Y no es que los atléticos vayan a perder la cabeza por festejar un empate como un título, ni que los madridistas deban olvidar sus Champions y hacer penitencia por las collejas de Simeone, pero la tendencia es la que es y el ciclo histórico se ha invertido. En Europa manda, con puño de hierro, el Madrid. Y en la capital, después de seis años pasando consulta en el Bernabéu, manda Simeone. Pidieron rival digno para derbi decente. Y el Madrid, que sigue siendo todopoderoso, ya lo tiene. Uno temible. Uno que les hace dudar y siempre está ahí, al acecho. Simeone.

Rubén Uría / Eurosport