Blog Uría: Siete en tres puntos, pero 'no vende'

“Es lo que vende”. Bajo esa terrible confesión, la abrumadora mayoría del periodismo se rinde, a veces de manera ridícula y estomagante, a conceder toda su atención a los dos de siempre. Es la dualidad, el campeonato de dos, el bucle sempiterno de Madrid y Barça, que son noticia siempre, incluso cuando no lo son. Y sin embargo, a pesar de que los árboles mediáticos sigan empeñándose en que el resto del personal no vea el bosque y aunque esta versión de los hechos venda menos que la oficial, la Liga está viviendo otra realidad. Que quizá no tenga la continuidad necesaria y deseada por muchos, pero que es la que es: siete equipos en tres puntos. Sí, el Barça está atravesando un bache. Sí, al Madrid le cuesta despegar y concede. Pero no deja de tener su miga que el Atleti de Simeone, del que se había dudado y al que más de uno ya había descartado con la coartada y consecuente pamema del “hay que jugar mejor”, sigue enchufado a la pelea después de haber visitado Mestalla, Balaídos y Bernabéu. Eso, por no hablar del Sevilla FC, que está hecho un avión y que es la metáfora perfecta del fútbol de nuestras entretelas. Hace unos días, parte del público de Nervión pedía la dimisión de Pepe Castro. Cinco partidos después, los números del Sevilla han sido los siguientes: 5-1, 2-6, 3-0 y 1-3. Nada que ver con un prefijo o número telefónico, sino con una serie de aplastantes victorias, edificadas a base de goleadas, buen juego y contundencia. El sistema de Machín ha cogido vuelo, André Silva y Ben Yedder ven puerta como nunca, Navas es un puñal que está llamando a las puertas de Luis Enrique y la pareja Banega-Mudo está siendo pura poesía.

Qué decir del Betis, que sólo ha perdido una vez en Liga, que sigue descarándose con buen fútbol y un estilo atrevido, que parece haber encontrado regularidad y equilibrio, y que más allá de los resultados, parece estar en la línea correcta con Quique Setién. ¿Y el Alavés? Pues otro equipo de autor, con la firma de Abelardo. El hombre-milagro de Mendizorroza, más allá del acierto de Jonny, Ibai, Calleri o Manu, está firmando unos números que van más allá de lo sobresaliente. Desde que llegó al cargo, sólo Barça, Atlético y Real Madrid tienen mejores números que este Alavés que, si sólo computasen los puntos en una hipotética clasificación desde que llegó el asturiano, sería un equipo de Champions. Y por último, asoma el Espanyol, con el poder transformador de Rubi, que ha logrado que el equipo abandone el fútbol al espacio de Quique por el culto a la pelota y la asociación. Y eso, sin grandes fichajes de por medio y habiendo tenido que hacer caja, de manera obligatoria, con Gerard Moreno. Un mérito espectacular. Atendiendo a presupuestos, desgaste, selección natural y un futuro despertar de los más grandes, sería lógico pensar que muchos de estos equipos acabarán a años luz de la cabeza, pero quién podría negar que sus méritos, aunque “no vendan”, son incuestionables. Nos llenamos la boca de pedir una Liga muy peleada, pero ahora que, por fin, la tenemos, hablamos poco de ello. Poco nos pasa.

Rubén Uría / Eurosport