En el Bayern nadie está preocupado por las primeras críticas a Guardiola

Sería exagerado afirmar que desde algún medio alemán se ha emprendido una campaña contra Pep Guardiola, pero sí es cierto que este domingo, el corresponsal en Alemania del diario inglés ‘The Guardian’, Raphael Honigstein, enumera una serie de factores, declaraciones y otros artículos publicados en ‘Der Spiegel’ y ‘Süddeutsche Zeitung’ (con la firma de Thomas Kistner) en los cuales se pone en tela de juicio estas primeras semanas del entrenador catalán en su nueva etapa en el Bayern.

Los hechos que se cuestionan y que sirven para criticar a Guardiola son la derrota en la supecopa alemana ante el Dortmund, el fichaje y el precio de Thiago Alcantara, sus declaraciones contra Sandro Rosell y la actual directiva del Barça y los cambios tácticos que está planteando en el equipo. Supuestamente, todo esto habría generado una preocupación creciente en la directiva del Bayern de Múnich en la figura y el trabajo de su nuevo técnico.

Pero la realidad parece ser bien distinta a lo publicado en los citados medios. Eurosport ha podido contactar con el entorno de Guardiola en Múnich y, según su relato, ni existe ningún tipo de preocupación en los directivos muniqueses ni existen dudas en la plantilla pese a algunas declaraciones que han podido parecer críticas con algunas de las decisiones tácticas de Pep como las de Bastian Schweinsteiger, Thomas Müller o Claudio Pizarro. Más bien al contrario, se ha asegurado que los jugadores y la directiva están encantados y entusiasmados con su nuevo técnico, a la vez que siguen trabajando con normalidad para preparar el inminente comienzo de temporada en Alemania.

El artículo de Thomas Kistner publicado en el ‘Süddeutsche Zeitung’, reproducido este fin de semana por ‘The Guardian’ y que también ha tenido eco en las ediciones digitales de los diarios deportivos barceloneses, tacha de “descarada inmoralidad financiera” los más de veinte millones que el Bayern pagó por Thiago Alcántara y el hecho de que su representante sea el hermano de Pep.

Respecto a cuestiones meramente tácticas, se recogen declaraciones de varios jugadores, tipo las de Arjen Robben: “No hay que hacer el fútbol más complicado de lo que es”. O de Thomas Müller: “Me pareció que todo el mundo ocupaba una posición diferente a la habitual". O esta más dura de Claudio Pizarro: “Nunca he tenido un técnico que cambiara tantas cosas”.

Pese a que estas declaraciones las han efectuado los jugadores y están registradas, no son sinónimo de que exista un malestar creciente en la plantilla. Es más, en estos artículos no hay ningunas palabras del delantero croata Mario Mandzukic, el único jugador que realmente estaría más incómodo con el nuevo entrenador por haber perdido la condición de titular.

Desde la redacción de Eurosport Alemania, el especialista Daniel Rathjen también analiza esta situación y la polémica que han levantado estas opiniones. “El ‘Suddeutsche’ siempre está bien informado y tiene fuentes cercanas al Bayern. Puede que estén molestos cuando escucharon a Guardiola hablar en catalán en la rueda de prensa en Riva del Garda (la comparecencia en la que habló contra Sandro Rosell). Ningún periodista pudo entenderles, excepto los periodistas catalanes pendientes allí. Esto está fuera del control del club y a ellos les gusta tenerlo todo controlado. Además, hay que añadir que Rummenigge y Hoeness mantienen buena amistad con el presidente del Barcelona”.

Aclarado este primer punto, Rathjen insiste en que ni el presidente Karl Heinz Rummenigge o que el director deportivo Mathias Sammer “están realmente preocupados” por los resultados deportivos, el precio de Thiago o la adaptación de Guardiola al equipo. A este respecto, el mensaje que siempre transmite Sammer es de calma y paciencia con su nuevo entrenador, al margen de que es “un admirador absoluto” de Pep: “Es un proceso que necesita tiempo. Nosotros debemos tener paciencia”.