El partido del drama

Las dos precedentes jornadas del Grupo E, además de evidenciar que es uno de los más equilibrados, han dejado todo para su última sesión: no hay matemáticamente ningún clasificado, como tampoco hay ningún descartado.

Bien es verdad que se parte con Italia en la primera plaza (4 puntos) y con República Checa y Ghana igualadas (3). El último, con menos opciones y más precisado de ayudas, es Estados Unidos (1 punto). Puede suceder de todo.

A Italia le basta un empate para pasar ronda. Pero tiene tras de sí el peligro de que un triunfo de Ghana le dejaría segundo y con el temido cruce de octavos contra Brasil. Algo que en el seno italiano no se desea en absoluto.

De ahí que en los últimos días los jugadores "azzurri" no hayan dudado en repetir una y otra vez que irán a por el triunfo, sin especular con un empate que les clasifique. Y mucho menos esperar a que, pese a una derrota, el resultado del otro partido le saque adelante.

El problema es saber qué Italia saltará al terreno de juego: la que gustó ante Ghana o la que decepcionó ante los Estados Unidos. Italia sabe vivir en la línea del fuego, saca de sí lo mejor en el "todo o nada"; y este es el caso.

Se sabe ya que será un equipo distinto en cuanto a nombres, que Zambrotta es casi seguro pasará al lateral derecho con Fabio Grosso en la izquierda, y que el italo-argentino Mauro Germán Camoranesi, en disputa del puesto con Perrotta, y el 'bisonte' Ivan Gennaro Gattuso entrarán en el centro del campo.

La entrada de Camoranesi y Gattuso, habida cuenta de la suspensión de De Rossi, dan a Italia más presencia física en el centro del campo y con ello un mayor equilibrio si el seleccionador Marcello Lippi sigue insistiendo con Totti por detrás de una pareja atacante.

Totti, la gran esperanza italiana, sigue sin estar fino y su equipo lo nota. De ahí que, incluso, haya quien especule con una posible suplencia ante los checos para mantener a Perrotta y poner en liza un esquema 4-4-2. No parece la apuesta de un Lippi, pese a que su rival reforzará la línea medular para librar en esa zona la gran batalla.

Otra de las dudas italianas es el ataque. Luca Toni, máximo realizador esta campaña de los campeonatos nacionales europeos, no está fino, aún no se ha estrenado con gol en el Mundial. Y Lippi podría pensar en alinear a un delantero de más brega como Iaquinta. La opción Filippo Inzaghi se antoja difícil.

El once de la República Checa también presenta varias dudas. En este caso a su pesar, pues son producto de lesiones (Koeller, Baros) y de sanciones (Ujfalusi, Lokvenc). El seleccionador checo Karel Bruckner lo tiene complicado, sobre todo en ataque.

De ahí que se haya forzado la recuperación de Milan Baros, quien sólo el lunes ha vuelto a los entrenamientos tras varias semanas de baja y no se sabe aún si estará. Pero la baja de Koeller (parece imposible el milagro de la recuperación) pesa mucho, pues el gigantón es vital para el juego que practica su selección ya que es capaz de poner en jaque a todo un cuarteto defensivo rival.

La República Checa sabe que para clasificarse debe ganar, pues el empate no le bastaría si Ghana vence o si los Estados Unidos logran una sorprendente victoria por cuatro o más goles de diferencia.

Y confían en la potencia y liderazgo de Pavel Nedved y la calidad de Poborsky y de Rosicky. Este trío debe asumir el peso de un combinado que impresionó en su debut en Alemania'06, pero que decepcionó ante Ghana.

EL partido verá el reencuentro, en filas rivales, de compañeros de clubes. Casos de los juventinos Buffon, Cannavaro, Zambrotta, Camoranesi y Nedved, o de los milanistas Nesta, Pirlo, Gattuso, Gilardino, Inzaghi y Jankulovski.

República Checa: Petr Cech; Zdenek Grygera, David Rozehnal, R. Kovac, Marek Jankulovski; Tomas Galasek; Karel Poborsky, Tomas Rosicky, Pavel Nedved, Jaroslav Plasil; Baros o J. Polak.

Italia: Buffon; Zambrotta, Nesta, Cannavaro, Grosso; Camoranesi o Perrotta, Pirlo, Gattuso; Totti; Toni o Iaquinta, Gilardino.

Árbitro: Benito Archundia (MEX).

Estadio: Hamburgo.

Hora: 21:00.