Champions femenina, Barcelona-Juventus: Putellas lidera el pase a octavos (2-1, global 4-1))

El primer partido de Champions en el Estadi Johan Cruyff fue plácido para las jugadoras de Lluís Cortés, que remataron la eliminatoria en el primer tiempo con los tantos de Alexia Putellas, de cabeza, y Girelli, en propia puerta. Y eso que el Barcelona salió sin la tensión habitual. Lo aprovechó un atrevido Juventus para poner en aprietos a las locales, muy seguras en defensa con una imperial Stefanie Van der Gragt.

La central holandesa se erigió en la líder de su equipo en los primeros quince minutos, cuando las italianas buscaron, sin suerte, el primer tanto. La ocasión más clara la tuvo Gama a la salida de un córner. El disparo potente de la central desde el interior del área lo rechazó de manera solvente Sandra Paños.

Un aviso que despertó al Barcelona que, poco a poco, gobernó el encuentro con el balón. Llegaron las ocasiones y el sueño de la remontada del Juventus terminó en el minuto 32 con el tanto de Alexia Putellas.

La centrocampista catalana llegó desde segunda línea para superar a Giulani con un cabezazo a centro de la lateral derecha Marta Terrejón. El tanto desconectó definitivamente al equipo italiano, que vio como el Barcelona sentenciaba la eliminatoria seis minutos después.

A la salida de un saque de esquina, Van der Gragt se elevó entre las centrales italianas y, también con la testa, remató sin apenas oposición. Girelli, al intentar rechazar el balón, confirmó el segundo tanto azulgrana.

Tras el descanso, el juego azulgrana se convirtió en un monólogo. Alexia movía los hilos del equipo, mientras que Oshoala y Mariona, que rozó el gol con dos disparos lejanos, asediaban la portería rival.

Con todo decidido, Cortés dio descanso a algunas de las titulares. Entraron Patri Guijarro, Candela y Jennifer Hermoso. Esta última animó el ataque azulgrana con un latigazo lejano que tocó el travesaño, pero el único tanto del segundo tiempo fue italiano.

Ante la pasividad de las locales, Staskova, que sustituyó a Girelli, culminó con la cabeza un preciso centro lateral. Era el primer balón que tocaba la delantera checa, que cerraba un partido sin historia.