Champions femenina: Nick Cushing, el entrenador bajo la lupa de Guardiola

El técnico catalán contestó sin inmutarse: “Sería la primera vez en el fútbol masculino. Las mujeres ya lo hicieron".

No solo fue una reivindicación hacia el fútbol femenino aplaudida por el público general y que llegó a convertirse en viral en redes. También fue la demostración de que Pep cuenta con cierto conocimiento del fútbol femenino y que al menos mantiene interés. En efecto, el Arsenal Ladies lo lograron hasta en cuatro temporadas distintas (1992-93, la 2000-01, la 2006-07 y la 2008-09), incluyendo la Champions League en la tercera de ellas.

Otro ejemplo de la preocupación de Pep tiene que ver con su influencia en el equipo femenino del Manchester City. Considerado desde hace años uno de los mejores equipos de Europa, ha conquistado seis títulos en las cinco últimas temporadas con Nick Cushing al mando, alzándose con el trofeo de campeón de Liga en 2016.

“Tengo la oportunidad de hablar con Pep, aprender con él, ver cómo ve el juego. Me siento muy motivado por cómo me ha mejorado”, contó el propio Cushing en una entrevista a These Football Times. Sin duda, la influencia del técnico catalán ha sido importante en el equipo femenino, como demuestra que su segundo, Rodolfo Borrell, estuviese en permanente contacto con Nick. La idea de Guardiola era y es que todos los equipos, desde la cantera al femenino, jugaran el mismo estilo de juego que practicaba el masculino, un modus operandi semejante al de la Masía.

El preparador inglés de 34 años es un obseso del fútbol. Como Guardiola, trata de exprimir al máximo las virtudes de sus futbolistas y encontrar la mejor forma de neutralizar al rival, además de planificar cada detalle. Como anécdota: "Estaba en Euro Disney con mis hijos en vacaciones y terminé en una llamada de conferencia de una hora y media con mi equipo personal”.

El comienzo del City en la 19-20 no pudo ser mejor. Siete victorias consecutivas, cuatro de ellas en Liga para colocarse líder y un 1-7 al Lugano en Champions. Pero todo comenzó a torcerse con las lesiones de numerosas jugadoras, incluida la estrella de la selección inglesa Ellen White. Aoife Mannion ha sido la última en caer, por una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Al empate contra el Atlético en Manchester le siguieron las derrotas frente a Manchester United y Arsenal, ambas sin anotar un solo gol. Ahora llegan a Madrid con un papelón, en el momento más difícil y conscientes de que pueden quedarse fuera de la máxima competición europea en pleno mes de octubre.

Caso similar es el de Pep y su equipo en Champions, donde no consigue trasladar los éxitos domésticos. En realidad, la explicación de Guardiola a este hecho se puede aplicar también al cuadro de Nick Cushing. Aún con buenos mimbres, el Manchester City no está capacitado, ni por plantilla ni por historia, a desbancar a grandes del fútbol continental como el Lyon o el Wolfsburgo. Ni siquiera aspirar, en estos momentos, al potencial que atesora el Barça de Lluis Cortés, finalista de la pasada edición y con la eliminatoria encarrilada tras el 5-0 ante el Minsk.

Como en la ida, el encuentro entre Atlético y Manchester City será sobre todo especial para Toni Duggan, que militó el club citizen durante cuatro temporadas y tuvo la fortuna de cruzarse en más de una ocasión con Pep. “Me cambió la forma de ver el fútbol”, explicó hace unos meses la internacional inglesa, que cree que la llegada del catalán al fútbol inglés ha sido clave no solo para influenciar a la selección inglesa masculina, sino también a la femenina. Como prueba un Mundial de Francia donde las lioneses alcanzaron las semifinales tratando de controlar los partidos a través de la posesión. Ante Argentina contaron con un 76% de posesión y un 82% de precisión en el pase.

En el césped, sin embargo, no hay amigos que valgan. El Atlético quiere jugar cuartos de final por primera vez en su historia y lo tiene en su mano tras el 1-1 de hace dos semanas. En plena convulsión por la huelga del fútbol femenino en España, nada como reivindicarse en Europa ante un equipo puntero con influencia del mismísimo Pep. Casi nada.