Blog Vintage: Ni la albiceleste salvó a Maradona del gafe en Old Trafford

Recopa de Europa (competición hoy extinta que jugaban los campeones o subcampeones de las copas locales) de la temporada 1983/84, a la que el Barca accede tras imponerse en La Romareda de Zaragoza en la final al Real Madrid. La final del marcaje de Camacho al Diego y la del corte de mangas de Bernd Schuster tras el vuelo cabeceador y goleador del último suspiro de Marcos Alonso.

Magdeburgo y NEC Nimega, dos peritas, endulzaron el camino del Barça del técnico argentino César Luis Menotti hasta el cruce con el United, habitual segundón en el fútbol británico por el auge entonces del Liverpool. La ida pareció encarrilar el asunto con un gol final de Rojo para un 2-0 casi perfecto. Cuenta la leyenda (porque leyendas hay) que ese tanto solo subió porque alguien considerado gafe ya había abandonado la tribuna de prensa del Camp Nou. Pero marcado, había quedado marcado el Barça por la superstición. Se confirmaría dos semanas después, el 21 de marzo de 1984, en un abarrotado y pelado en las áreas Old Trafford cuando los ingleses medían la peligrosidad en córners, que así llegó el primero.

Maradona no se lo quiso perder, pese a tener fiebre y estar en baja forma. Y es que ya empezaba a vivir en los excesos que marcan todavía su vida. Se vistió la albiceleste argentina debajo de la amarilla Meyba del Barça, considerada también gafe tras derrotas contundentes como la que se viviría. Lo hizo para reforzar su autoestima competitiva, reciente La Guerra de las Malvinas de su país contra los ingleses. Ni por esas.

Futbolistas de perfil duro ochentero, como Bryan Robson y Frank Stapleton, acabaron con sus goles de dar forma a una remontada atroz para el barcelonismo de la época y que fue el principio del fin de Maradona en su etapa española. El verano siguiente se posaría en helicóptero en el césped de su nuevo campo, el del estadio San Paolo de Nápoles. Pero esa es otra historia…