Champions League, Tottenham-Barcelona: Ni un descanso para Leo (2-4)

2 - Tottenham: Ter Stegen; Semedo, Piqué, Lenglet, Jordi Alba; Sergio Busquets (Vermaelen, m.91), Rakitic, Arthur (Vidal, m.87); Messi, Coutinho (Rafinha, (m.83) y Luis Suárez

4- Barcelona: Lloris; Trippier, Alderweireld, Sanchez, Davies; Wanyama (Dier, m.57), Winks, Lucas; Lamela (Llorente, m.79), Son (Sissoko, m.66) y Kane

Goles: 0-1, Coutinho, m.2, 0-2, Rakitic (m.28), 1-2, Kane, (m.52), 1-3, Messi (m.56), 2-3, Lamela (m.66), 2-4, Messi (m.91)

Árbitro: Felix Zwayer (GER) amonestó a Alderweireld (m.14), Wanyama (m.40), Lamela (m.43), Kane (m.74) y Dier (m.93) por parte de los locales y a Arthur (m.59) y Busquets (m.71) por parte de los visitantes.

Incidencias: Partido correspondiente la segunda jornada de la Liga de Campeones disputado en el estadio de Wembley

Leo Messi. Recital del argentino, que marcó dos goles, estrelló dos remates al palo e inició las jugadas de los otros dos tantos. Hizo suyo Wembley de cabo a rabo.

Jordi Alba. Tres asistencias del lateral, que aún tuvo tiempo de recuperar un balón en el descuento para facilitar el 2-4 y con ello la calma. Luis Enrique no puede permitirse dejarle fuera de la Selección.

Ivan Rakitic. Solo por su golazo de volea vale la pena que esté aquí. Espectacular.

Erik Lamela. El mejor del Tottenham. Condujo el contraataque que dio pie al gol de Kane y marcó el segundo con ayuda de Lenglet. Se retiró ovacionado entre calambres.

La agonía se acabó de un plumazo en Can Barça. Tras tres partidos sin ganar, el cuadro de Ernesto Valverde se jugaba más que tres puntos en Wembley, ante un Tottenham herido y también necesitado de una victoria. Messi, suplente en el último pinchazo ante el Athletic, se puso el mono de trabajo y firmó, probablemente, uno de los mejores partidos de su carrera.

Es un hecho que el brazalete de capitán ha calado en el argentino, que ha desdoblado al máximo sus esfuerzos. Su evolución como jugador (de killer a pasador, de pasador a jugador total) le transforman en el absoluto epicentro por el que gira el juego del Barça. Todo pasa por él. Desde el centro del campo hasta el toque final. Su mente trenzó las acciones de los dos primeros goles. Después llegaron los suyos, algo inevitable a pesar de su mala fortuna con los remates al palo. Con todo, y por si no fuera poco, el astro argentino se sacrificó en defensa y echó kilómetros como nadie.

Visto lo visto, la diferencia entre que juegue Messi y no juegue es tan abismal que resulta difícil para Valverde sentarle en cualquier partido, sea Leganés o Bayern Múnich. En Wembley, la Pulga demostró que físicamente está en un gran momento y que hará todo lo posible (y lo imposible) por cumplir la promesa que hizo al Camp Nou a principios de temporada: Reconquistar la Champions League.