Barcelona-PSG: El histórico 6-1 del Camp Nou, una herida que no cicatriza en París

El PSG viaja a Barcelona con la sensible baja de Neymar y con la esperanza de poder ofrecer a Europa una faceta totalmente diferente a la exhibida el 8 de marzo de 2017.

Los parisinos llegaban al Camp Nou con una cómoda renta cosechada en el Parque de los Príncipes de 4-0. Di María en dos ocasiones, Draxler y Cavani firmaron una noche de ensueño en la ciudad del amor que dejaba a los culés con un pie fuera de la competición.

Sin embargo, los de Luis Enrique por aquel entonces no dieron la batalla por finalizada y calentaron el partido de vuelta con un ambiente de remontada que encandiló a toda la Ciudad Condal.

Con todo en contra, con el 99 % de fe y 1 % de posibilidades de Neymar y con un Camp Nou absolutamente entregado a los suyos Suárez estrenó el marcador en el 3’ y Kurzawa en propia puerta devolvió las esperanzas a un equipo soñador. Messi volvió a recortar desde los once metros tras el paso por vestuarios y lo que parecía un sueño se estaba convirtiendo en realidad. Cavani marcó el 3-1 en el 62’ y el ambiente tan mágico decayó asumiendo que esa era la puntilla definitiva.

Sin embargo, Neymar desató la locura en los minutos finales dos goles en tres minutos y la asistencia para que Sergi Roberto obrara el milagro y el Barça remontara la eliminatoria en los últimos minutos del encuentro.

Además de los elogios obvios tras semejante hazaña para el Barcelona, el PSG y Emery recibieron un sinfín de críticas por el planteamiento y por la poca aptitud exhibida por los jugadores parisinos, a los que parecía que la cita se les quedó algo grande.

Ahora todo esto ha cambiado, el principal artífice de aquella remontada está ahora en las filas francesas, aunque no podrá estar en el encuentro para medirse a sus ex. Los azulgrana están en horas bajas mientras que los de Pochettino vienen de disputar la pasada final de Champions y sueñan con volver a dicho escenario tras caer ante el Bayern en un partido con poco brillo.

Tampoco estaba por aquel entonces Mbappé, el cual comenzaba a deslumbrar al panorama futbolístico con aquel histórico Mónaco y que tiene ante sí una oportunidad de oro para seguir demostrando que es un de los jugadores más dominantes y letales del mundo.

Todo ha cambiado mucho para ambos conjuntos desde aquel histórico partido, que curiosamente ha sido elegido por el Barça como el mejor de su historia. Sin embargo, ese recuerdo imborrable puede servir de motivación para un equipo al que nunca se le puede dar por muerto o para otro con necesidad de redención y de demostrar su ambición a pesar de no poder contar con su mejor jugador, un viejo conocido por el rival.