Champions League (octavos), Barcelona-Nápoles: Messi se lleva a Setién a Lisboa (3-1, global 4-2)

3 (4) - Barcelona: Ter Stegen; Semedo, Piqué, Lenglet, Alba; Sergi Roberto, Rakitic, De Jong; Suárez (Júnior 92'), Griezmann (Monchu 83'), Messi.

1 (2) Nápoles: Ospina; Di Lorenzo, Manolas, Koulibaly, Mario Rui; Fabián (Elmas 79'), Demme, Zielinski (Lozano 69'); Callejón (Politano 69'), Insigne (Milic 79'), Mertens.

Árbitro: Çakir (Turquía). Amonestó a Zielinski,

Goles: 1-0, Lenglet (9'). 2-0, Messi (22'), 3-0, Suárez, de penalti (45'). 3-1, Insigne, de penalti (46'),

Arrancó el partido con el Nápoles mostrando mucha personalidad con el balón en los pies, hasta el punto de mandar su primer disparo, a los 60 segundos, al palo por medio de Mertens. Los italianos hacían ancho el campo y acumulaban la posesión y el Barça corría tras la pelota evidenciando que llevaba tres semanas parado. Pero en la primera ocasión que tuvo, en el minuto 9, Lenglet cabeceó a la red de Ospina después de sacarse de encima a su marcador, y con la colaboración de Suárez, que hizo pantalla para dar espacio a su compañero. El gol aportó tranquilidad al juego culé ante unos napolitanos que seguían a la misma distancia de Lisboa, un gol. Pero en el minuto 22 Messi desafío a los tres jugadores que le salieron en el pico el área, se llevó la pelota a trompicones y con tenacidad , sacando un disparo con rosca al palo largo que Ospina no pudo sacar. Dos oportunidades, dos goles. La eficiencia azulgrana auguraba una noche tranquila para Setién. Puso subir un tercero, de Messi a pase majestuoso de De Jong, pero Leo la controló con ayuda de la mano antes de batir a Ospina. El tercero, sin embargo, surgió de una jugada de picardía de Messi, quye le rebañó un balón a Koulibaly en un despeje forzando un penalti poco habitual en el que demás se llevó un patadón del central. Lo marcó Suárez después de que el VAR confirmase el lance, con un Messi dolorido en el campo. Y de ese penalti se pasó a otro, cuando Rakitic llegó tarde derribando a un Mertens muy listo que permitía que Insigne recortase el marcador y mantuviese en el partido a los napolitanos al llegar el descanso.

El Nápoles volvió a salir del vestuario más enchufado, pero sus llegadas al área de Ter Stegen no se concretaban en forma de oportunidades. El Barça, agazapado, esperaba su momento para dar el zarpazo definitivo al partido y a la eliminatoria. Goteaban los minutos sin que los italianos se acercasen en el marcador ni el Barça pudiera cerrar el duelo. Los de Setién enfriaban el juego tocando con paciencia y control mientras los visitantes se desesperaban corriendo tras sus rivales. Gattuso introdujo cambios buscando soluciones. Uno de ellos, el potente Milik, anotaba el segundo de cabeza nada más salir, pero estaba en fuera de juego. A diez minutos del final el Nápoles seguía creyendo y acumulando arsenal ofensivo. Enfrente Setién no movía ficha, bloqueado o quizás temeroso, mantenía a los once con los que empezó por miedo a que llegase el tanto napolitano. Pero el desenlace estaba resuelto porque Messi había planeado viajar a Lisboa y ni Gattuso ni todo sus argumentos ofensivos fueron suficiente para frenar al crack argentino. El viernes se medirán allí al Bayern, favorito para muchos, pero que llega después de varias semanas sin competir. Messi se lleva a Setién a Lisboa.

El gol de Lenglet fue validado por el VAR después de que se consultase un empujón del central azulgrana a su marcador y un bloqueo de Luis Suárez a un defensor para que Lenglet pueda rematar. El VAR anuló un gol a Messi en el minuto 29 que habría sido el tercer gol azulgrana.