Antonio Conte: La necesidad de dar un paso adelante

Pocas horas antes de enfrentarse al Torino en la vuelta a la competición del Inter tras el parón de selecciones, Antonio Conte quiso sacudirse de encima la presión que ya está empezando a recaer sobre él en su segunda temporada al frente del Inter: "En un año ser considerado más competitivo en comparación con equipos que vienen de un dominio absoluto en Italia tiene algo de milagroso". Se refería principalmente a la Juventus, tirana de la Serie A italiana en la última década, que en este inicio de temporada está siendo presa de la irregularidad, un mal que aqueja a varios grandes del continente, pero también es un recordatorio de que su proyecto está aún lejos de poder considerarse maduro, a pesar de que la exigencia ha aumentado tanto en casa como en Europa, donde más tiene a deber en estos momentos.

La igualdad del Grupo B de la Champions League tras la disputa de los partidos de ida era difícilmente predecible en el momento del sorteo de la fase de grupos. El Mönchengladbach lidera con cinco puntos y un Shakhtar muy condicionado por el coronavirus están primero y tercero respectivamente en un cuarteto en el que todos los pronósticos invitaban a pensar en un dominio rotundo de Real Madrid (segundo igualado con los ucranianos) e Inter, colitsa con sólo dos puntos fruto de dos empates. Del finalista de la última Europa League se esperaba más este curso y con esa tensión ha tenido que lidiar Conte en los días previos a la visita de los blancos a Milán.

Los motivos de este aumento en la exigencia vienen motivados por lo sucedido en las fechas inmediatamente posteriores a la disputa de la final contra el Sevilla en Alemania. Antonio Conte siempre ha buscado disponer de plenos poderes en la parcela técnica para diseñar las plantillas a su gusto, y ese deseo chocaba con el de Steven Zhang, propietario del club. Las críticas del técnico de Lecce a la cúpula no fueron disimuladas: "El club no me ha protegido ni a mí ni al equipo. No me gusta cuando la gente se sube al carro, cuando deberían estar siempre. Hoy se subieron, pero las paladas de caca nos las llevamos los jugadores y yo. Siempre pongo la cara y está claro que cuando hablo de empresa no me refiero al mercado".

Las negociaciones para convencer a Lukaku, el paso adelante que llevó al equipo a competir de tú a tú con la Juventus en Italia y a aspirar a un título europeo una década después de la Champions League conquistada en Madrid y la sensación de grandeza recuperada hacían que Conte sintiera que su influencia tenía que ser aún mayor en el futuro del proyecto. El 25 de agosto, Conte y la directiva liderada por Zhang fumaron la pipa de la paz, habría una segunda parte en el Giuseppe Meazza con un Inter más reforzado para aspirar a más.

A la mitad nerazzurra de Milán llegaron durante el verano Achraf Hakimi, Aleksandr Kolarov y Arturo Vidal como piezas atractivas para reforzar un equipo ya de por sí competitivo con automatismos muy marcados. Las llegadas a título definitivo de Barella y Sensi también estaban llamadas a formar parte importante de la nueva vuelta de tuerca, y jugadores que sufrieron para adaptarse a los métodos de Conte, como Godín, tomaron la rampa de salida. Eriksen, otro jugador que no tiene todos los minutos que desearía, continúa, pero parece estar enfilando la rampa de salida de cara al mercado invernal.

La táctica de Conte es innegociable: tres centrales, un centro del campo con carrileros largos, centrocampistas con colmillo -Brozovic, Vidal, etc.- y alguna concesión a la lírica -Barella- y dos puntas. La querencia de Antonio Conte por los delanteros centro, conocida desde su paso por la Juventus, ha llevado a recuperar la mejor versión de Lukaku y ha elevado el caché de Lautaro Martínez hasta situarlo en la mesa de los puntas de referencia del planeta fútbol. El belga se perdió la ida ante el Real Madrid por lesión, dejando al argentino huérfano de su mejor cómplice ante Ramos y compañía en el 3-2 recibido en el Di Stéfano.

El partido de este miércoles en Milán será el primero verdaderamente clave para Conte en su segundo año con el Inter. Una derrota dejaría a los nerazzurri con poco margen de maniobra para intentar colarse en los octavos de final, principal objetivo de la temporada, pero el Inter llega con los deberes hechos. Su remontada ante el Torino, levantando un 0-2 en contra en media hora con un Lukaku intimidante, ha enviado un mensaje rotundo a Zinédine Zidane. El Inter 2020/21 está preparado para dar el paso adelante y en Valdebebas ya dejó alguna muesca de su espíritu guerrero a pesar de algunas ausencias clave. Hay mucho en juego en un duelo con aroma a clásico añejo europeo.