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Champions League, la nueva Cúpula del Trueno

Iván Castelló

Actualizado 07/08/2020 a las 11:02 GMT+2

Ya tocaba y las ganas, los sueños, se harán realidad desde este viernes. Todavía sin espectadores presentes, en esta suerte de pseudo fútbol en plena pandemia de la Covid-19, pero con los mejores equipos del mundo en liza.

Mad Max: Más allá de la Cúpula del Trueno.

Fuente de la imagen: Eurosport

A 90 minutos, que probablemente sean 120 desde cuartos, primero los partidos pendientes de octavos (cuatro) y, la semana que viene, la auténtica Cúpula del Trueno resultante de esta Champions reducida a formato todo o nada por las circunstancias. Entrarán dos y saldrá uno.
Antes que eso, y en tiempos cercanos al mundo apocalíptico presentado en las películas de Mad Max, el adorado juego de la pelota vuelve a ser el opio del pueblo, el soma de la gente. Partidos ya arrancados en la lejana ida, que cinco meses después (se jugó a finales de ¡febrero!) dan la oportunidad de revancha en condiciones muy distintas: sin la presión del público, ventaja que sí disfrutaron los que pusieron campo antes de esta sin razón covidiana.
Pero la UEFA ha tratado de mantener el espíritu de lo justo. Así, Real Madrid, Lyon, Nápoles y Chelsea deben actuar de visitantes pese a las delicadas situaciones sanitarias a la espera de meterse en la burbuja de Lisboa desde cuartos. Soluciones aparentemente equilibradas, aunque con ciertos peajes a pagar por una realidad descontrolada en la que el fútbol quedó en segundo plano para que se abriera paso la supervivencia de la especie.
En su vuelta a la primera plana (aunque ya no hay periodismo de portadas, sino de ‘breakings’, de inmediatez), la Champions ofrecerá su espectáculo con notables dosis de dramatismo, rasgo de identidad que se verá acentuado. Solo el Bayern, con el 0-3 en Londres, parece que podrá pasearse ante el Chelsea de Lampard. En los tres restantes duelos, igualdad por delante. La situación merece un párrafo largo por escenario.
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Sergio Ramos récolte un carton rouge lors du 8e de finale aller de Ligue des champions entre le Real Madrid et Manchester City, le 26 février 2020.

Fuente de la imagen: Getty Images

VIERNES
Manchester City-Real Madrid (2-1). La remontada guardioliana en el Bernabéu dejó el poso de que hasta aquí había llegado el otrora campeón y ya eliminado por el Ajax la temporada anterior. Entonces parecía del todo improbable (más aún con la roja a Ramos) remontar en el City of Manchester. Pero el parón coronavírico ha puesto distancia suficiente como para no recordar aquel duelo del gol de Isco superado por los marcados en cinco minutos por Gabriel Jesús y De Bruyne de penalti (Courtois, por cierto, se tiró al otro lado haciendo un Oblak). Aunque se presente sin Ramos, su mesías, Militao y diez más pretenden recuperar aquello de que el Madrid siempre vuelve. Como en la reciente Liga.
Juventus-Lyon (0-1). El gol de Tousart en la ida para los franceses sitúa en alerta máxima a la Juve. Más si cabe con un desempeño justito en las últimas jornadas de la Serie A (ganó finalmente el scudetto al Inter con un único punto de ventaja) y sin conseguir su otro objetivo, la Bota de Oro para un Cristiano Ronaldo que también sufrió en su ego por el MVP para el argentino Dybala. Que el portugués toma nota de todo. Sus goles, su fiabilidad en los penaltis, serán imprescindibles para la remontada juventina ante un Lyon que le empató a cero (justo lo que necesita) la final de la Copa de la Liga francesa a todo un PSG.
SÁBADO
Barça-Nápoles (1-1). En condiciones normales, el 1-1 de la ida (Mertens y Griezmann) dejaría más que liquidadas las expectativas. Nadie dudaría por derecho propio de un Barça como local y con Messi para pasar sí o sí ante el séptimo clasificado del Calcio. Pero como el primero en llevar la incertidumbre fue el propio genio argentino, este es el partido más inseguro de los de vuelta de octavos. Probablemente no suceda, pues además el Nápoles no tira cohetes sino que se enconde de las explosiones, pero el miedo a la eliminación existe porque este Barça de Quique Setién solo se parece al de Johan Cruyff en lo blaugrana de la camiseta. Y poco. Que ahora son cuadros Nike y no rayas Meyba o Kappa.
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Messi en el Nápoles-Barcelona

Fuente de la imagen: Getty Images

Bayern-Chelsea (3-0). Si ya era uno de los favoritos al título antes de la interrupción, pocas dudas despierta la fiabilidad del proyecto de Flick en el campeón germano, máquina de golear y ganar partidos para confirmar recientemente que está y se le espera para asuntos mayores en la Champions. Con todo decidido (en Londres marcaron sin respuesta Gnabry -2- y Lewandowski), del Bayern no se espera, no obstante, un laissez-faire ante el Chelsea, que ya dio muestras de flaqueza en la final de la FA Cup perdida contra el Arsenal. Lo que se intuye es otro rodillo camino de cuartos y un cruce con el Barça si… Pero esa es otra historia.
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