Lo que hemos aprendido del Barça-Madrid

Dos partidos en uno. El Barcelona-Real Madrid tuvo dos partes muy diferenciadas en el campo. Los de Luis Enrique aprovecharon un buen comienzo y un gran final de partido para llevarse el gato al agua, pero los de Ancelotti dominaron buena parte del encuentro. Hasta el segundo gol azulgrana, los blancos dispusieron de oportunidades claras para ponerse por delante en el marcador. No las aprovecharon y Suárez puso la puntilla para voltear el partido de nuevo hacia el dominio culé. En gol del Madrid se pasó del 2-0 al 1-1 y en el del Barça del 1-2 al 2-1.

Suárez, actor principal en el mejor escenario. Se acabaron las dudas con el uruguayo. El nueve del Barça fue decisivo en la victoria local. Cuando peor lo pasaba su equipo, un excelso control y una definición exquisita puso al Nou Camp en pie. Jugada aislada y que define perfectamente al ‘killer’ que vimos en el Liverpool.

Ramos, un mar de dudas. El central blanco no está rindiendo a un buen nivel esta temporada. Por encima de todo, está sufriendo en los marcajes. Prueba de ello ha sido el gol de Mathieu, donde el de Camas se despistó y dejó que el francés rematara solo para hacer el primero, jugada que recuerda a otro tanto que Mathieu hizo con el Valencia ante la defensa del español. Ramos ha errado de la misma manera en los goles de Otamendi y Giménez, ante Valencia y Atlético de Madrid.

Piqué continúa imperial. El defensa culé está completando un año de ensueño. Es su temporada más goleadora, y atrás recuerda al mejor Piqué que pudimos ver en el Barcelona y en la Selección. Una vez más, fue decisivo, deteniendo arreones madridistas y sacando la pelota jugada con criterio.

El goal-average, la nota positiva para el Madrid. Pese a la dura derrota en el Nou Camp, el conjunto de Carlo Ancelotti puede agarrarse a la ventaja de goles en los enfrentamientos ligueros ante los azulgrana. El 3-1 del Bernabéu les permite estar por delante en caso de que los dos equipos lleguen a empatar a puntos.

Cristiano el gol, Messi la victoria. Una vez más, Cristiano volvió a marcarle al Barcelona. Poco pudo celebrar ante su eterno rival, ya que fue finalmente Leo Messi quien se llevó los tres puntos y la victoria ante el Madrid. Sin hacer un gran partido y desaparecido durante buena parte del encuentro, el argentino tuvo ocasiones para hacer gol y dejó destellos de crack. El luso, por su parte, lo intentó de todos los modos posibles, pero sólo pudo llevarse un tanto más en la clasificación de goleadores.

Sorprendente intercambio de estilos. El detalle más evidente a destacar del Clásico es cómo ambos equipos han llegado a intercambiar los papeles en los últimos meses. El Real Madrid tiró de juego de toque y combinaciones cerca del área para intentar hacer goles. Prueba de ello fue el tanto de Cristiano, donde la combinación con Benzema recordó a algunas jugadas de la mejor época azulgrana. El Barça, por su parte, ha sabido adaptarse a cada situación y últimamente sus contraataques han resultado letales. Ante los blancos, la pegada local fue determinante ante los envites visitantes.