Blog Uría: Historia de un hat-trick

El primero falló alineación indebida, el segundo desestimó el recurso blanco y el tercero, esta misma tarde, no concede la cautelar al Madrid para disputar el partido de vuelta con el Cádiz. Es decir, el TAD entiende que no hay base para aceptar el recurso del Madrid, lo cual merma las posibilidades del Real de salir airoso, que en estos momentos y sin cautelar, son mínimas. ¿Qué le queda por hacer al Real Madrid para evitar su eliminación copera? Esperar al viernes, que ya no pinta bien para sus intereses, pedir la cautelarísima si lo estima oportuno y en última instancia, incluso, acudir al TAS. El Madrid está en su derecho, faltaría más.

Eso sí, la lista de organismos que aún le quedan al equipo blanco es bastante más reducida que la que manejan los voceros mediáticos y fieles legionarios de Florentino Pérez. De ser por los pretorianos del presidente , el Madrid, con tal de no reconocer que cometió un error absurdo y quedó en ridículo, no sólo debe acudir a Competición, Apelación, TAD y TAS, sino que debe agotar todas las vías posibles, acudiendo a UEFA, FIFA, OTAN, UE, Unicef – a pesar de aquello que dijo Mourinho-, Estrasburgo y La Haya, sin olvidarse de recurrir, en penúltima instancia, al jurado de “Mira quien Baila” y como último cartucho al de “Tu Cara Me Suena”. Lo que sea con tal de salvar del ridículo más espantoso a su Madrid, el equipo que más audiencia les genera y del que se llenan la boca, porque les proporciona una silla en los platós de televisión.

¿Quién tiene la culpa de que el Madrid pueda ser eliminado de la Copa? La culpa es del Cádiz, la culpa es del Villarreal, es de la Federación, es de los Comités, es del CSD, es de Villar, es de Miguel Cardenal y es de la prensa que no le baila el agua al poderoso. Si eso no sirve, si con esa retahíla de culpables el personal no traga, ración doble de estramonio. A paletadas, con cuchara sopera: la culpa de lo del Madrid la tiene Piqué por provocador y separatista, es de Mascherano por defraudar a Hacienda, es de Simeone porque dijo que la Liga estaba preparada y de postre, de Del Bosque por seguir llevando a Casillas.

Si el asunto tampoco cuela y la cosa se desmadra, de oca a oca y a Benzema porque me toca: la culpa de que haya sido apartado de la selección francesa es del presidente de la FFF, de Deschamps, de Manuel Valls, de una juez que es antimadridista desde chiquitita, de Françoise Truffaut por simpatizar con el Atleti y de Edith Piaf que no se sabía el himno del Madrid, pero no se debe, faltaría más, a que existe una orden judicial que prohíbe a Benzema reunirse con Valbuena, a la espera de que el asunto sea esclarecido. Si está el Madrid de por medio, el protocolo de actuación de sus cortesanos mediáticos es automático: la culpa es de quien haga falta, del empedrado que más convenga, pero nunca es del Madrid, porque sale reforzado. Resulta imposible determinar si, al final de este dilatado proceso, el Madrid encontrará el amparo de la justicia, bien sea deportiva u ordinaria. Lo que nadie puede dudar es que el ridículo de los cortesanos mediáticos del Madrid está siendo apoteósico.