La polémica: Trabajo para el VAR con dos penaltis en la prórroga de San Mamés

Athletic Club y Barcelona protagonizaron en San Mamés un intenso encuentro en el que el arbitraje de Munuera Montero pasó desapercibido durante los 90 minutos de tiempo reglamentario. Sin embargo, esta tranquilidad saltó por los aires en el último minuto de la primera parte del tiempo extra. Un centro desde la derecha de Nico Williams era desviado por Jordi Alba sin que el colegiado viese nada punible. Las airadas protestas de los rojiblancos y de la grada de San Mamés pronto encontraron réplica desde la sala VOR. Allí, se indicó a Munuera Montero que la pelota había golpeado en la mano del lateral y éste, tras revisar en el VAR, señaló la pena máxima que convertiría Muniain en el 3-2 definitivo.

Ya en la segunda parte y con el Barcelona volcado sobre la meta bilbaína, una contra del Athletic terminó con un cruce entre Piqué e Iñaki Williams en el que el delantero acabó en el suelo. Munuera volvió a echar mano a su auricular pero no hubo aviso ya que, pese a existir contacto, se trataba de una acción de interpretación arbitral en las que no entra el asistente.