El triunfo de la vieja normalidad

Mientras gran parte del mundo sigue confinado y el coronavirus parece aún lejos de querer desaparecer de la primera plana, la industria del fussball alemán ha sido la primera en liarse la manta a la cabeza e intentar reactivar la maquinaria. Antes que intentar seguir los pasos de Francia, Bélgica o Países Bajos bajando el telón hasta la siguiente temporada, la Bundesliga quiere intentarlo y devolver a la afición el recuerdo de aquella pasión que la tenía pendiente de los estadios cada fin de semana. El ritmo, la emoción, el sentimiento y hasta los gritos de gol son distintos, incluso es legítimo que haya quien no lo considere fútbol, pero por ahora es el simple retorno la noticia.

A pesar de todo, la Bundesliga -y el mundo del fútbol por extensión- ha tenido suerte. Ha habido retazos del mundo que abandonamos hace dos meses, pequeños flashbacks que pueden ser la promesa de una futura vuelta a la normalidad, sin que sea nueva por fuerza.

Robert Lewandowski se reincorporó al trabajo marcando su 26.º gol de la Bundesliga y ya suma cuatro decenas entre todas las competiciones. Un día antes, Erling Haaland mantuvo su promedio superior al gol por partido desde que empezó a vestir de negro y amarillo en Dortmund. Los dos matadores volvieron acompañados de la inteligente batuta de Kimmich, el descaro de Davies, la genialidad de Brandt o las percusiones de Hakimi. Son las mismas señas de identidad que dejaron antes de que se vaciaran los estadios.

Era evidente que tarde o temprano estos nombres volverían a llenar las crónicas y las noticias, pero por momentos pudimos haberlo olvidado. Quizá llegue el día en el que dejemos de estar abrumados por los distintos protocolos sanitarios, las declaraciones cruzadas entre futbolistas reacios y dirigentes convencidos y los virales con denominación de origen TikTok. Lewandowski, Haaland y compañía nos invitan a recordar. Quedan por llegar los abrazos de gol, las aficiones, los intercambios de camiseta… Entonces se podrá decir que el fútbol, y no simplemente su industria, ha vuelto a la normalidad.