Eurocopa 2020, Italia-España | La montaña rusa de Unai Simón

PorGuillermo De Marcos

Actualizado 05/07/2021 a las 17:00 GMT+2

El meta español ha pasado por todas las fases posibles en esta Eurocopa, pero también fuera de ella durante la temporada. Dudas, críticas, perdón y veneración. Todo ello, resultado de sus actuaciones durante el torneo, con el fallo ante Croacia y los penaltis frente a Suiza como polos opuestos más característicos. Una verdadera ruleta de emociones.

Unai Simón en el Suiza-España

Fuente de la imagen: Getty Images

No ha pasado todavía un año desde la primera llamada de Unai Simón con la absoluta. Fue el pasado 20 de agosto en dos partidos de la Liga de Naciones ante Alemania y Ucrania. Pese a no jugar, se iba a convertir en un fijo para el entrenador asturiano. En noviembre le llegó el momento del debut, ante Países Bajos en un amistoso. Fue casi anecdótico, ya que la mayoría esperaban que el titular tres días después en la Liga de Naciones fuese David de Gea. Pero no, el meta vasco repitió de inicio en el empate (1-1) ante la selección de Suiza.

Era un momento clave en la carrera de Unai, y es que Luis Enrique ya había decidido a su portero para la Eurocopa. Desde entonces, siempre bajo palos en todos los partidos, siete ininterrumpidos antes del torneo. Y mientras tanto, tampoco ha estado exento de controversia durante la temporada regular con su club, el Athletic. Alternando igualmente momentos de duda y fallos notorios con actuaciones sobresalientes.

Unai Simón (Athletic) y Juanmi Jiménez (Betis)

Fuente de la imagen: EFE

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Sin ir más lejos, en la eliminatoria de cuartos de final de la Copa del Rey ante el Real Betis. En el mismo encuentro, el meta vasco no pudo detener un disparo aparentemente sencillo de Juanmi, pero se desquitó después en la tanda de penaltis. Como ante Suiza, Unai detuvo dos penas máximas, al propio Juanmi y a Canales. Un claro ejemplo de la mentalidad ganadora, a diferencia de otros porteros como el propio De Gea con España, para sobreponerse a situaciones complicadas.

El fallo ante Croacia no ha sido el único sonado del portero del Athletic. Ante la Real, en el partido de vuelta de Liga, calculó mal en un centro que parecía irse fuera, pero que finalmente se alojó en su portería, lo que condenó a su equipo a la derrota (0-1). Sin embargo, en la final de Copa ante el Barça y hasta que llegó la primera diana, Unai hizo varias paradas de mérito en un escenario comprometido. Aunque finalmente su equipo perdió las dos finales, ante azulgranas y donostiarras.

Del infierno al cielo

Esta Eurocopa también ha sido el reflejo de su temporada, pero magnificándose de manera notoria por los focos a los que se está sometido en un torneo de tal magnitud, representando a un país como España. En este aspecto concreto, las dudas de una parte de la afición a la figura de Unai como guardián de la meta española no venían enfocadas a sus dos compañeros de la lista, David De Gea y Robert Sánchez, sino a otros porteros que ni siquiera estaban incluidos entre los 24 seleccionados. Quizá por ello la crítica no haya sido tan severa, aunque las dudas acerca de su nivel siempre han existido, hasta el momento del error imperdonable ante Croacia.

Unai Simón ante Croacia

Fuente de la imagen: Getty Images

Una jugada que de haberle costado la posterior eliminación a España hubiera sido, con mucha probabilidad, la sentencia de Unai en la selección, al menos de cara al aficionado. Por suerte para él y también para todo seguidor de la selección española, Simón demostró personalidad, no solo con intervenciones como la decisiva de la prórroga sobre Kramaric, sino con jugadas similares a la del error ejecutadas con la misma seguridad que de no haberse producido la acción.

Después llegó su buen partido ante Suiza, con la milagrosa tanda de penaltis incluida, para un portero que ha tenido que madurar, con tan solo 24 años, y colocarse la responsabilidad de defender la puerta de todo un país para vivir una montaña rusa de emociones. De momento, su mentalidad está siendo clave para revertir una situación que a otros les hubiera enterrado. Unai tiene algo, Luis Enrique lo sabe y lo comparte. Porque para bien o para mal, es la apuesta del seleccionador. Con ella irá al fin del mundo. Y Unai acepta el reto.