Eurocopa 2020 | Inglaterra-Escocia: Pacto de vecinos

0 - Inglaterra: Pickford; James, Stones, Mings, Shaw; Rice, Phillips, Foden (Grealish, 63'), Mount, Sterling; Kane (Rashford, 74')

0 - Escocia: Marshall; Tierney, Hanley, McTominay; Gilmour (Amstrong, 76'), Robertson, McGregor, McGinn, O'Donnell; Adams (Nisbet, 86') y Dykes

Goles: No hubo.

Árbitro: Mateu Lahoz (ESP). Amonestó a McGinn (16') y a O'Donnell (87').

Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada del grupo D disputado en el estadio de Wembley de Londres.

El partido comenzó como un auténtico derbi británico: balón largo de los escoceses al delantero y codazo de este a Shaw que lo dejó tendido en el suelo durante unos segundos. Los vecinos de arriba en las islas salieron con las pinturas de guerra como Williams Wallace, mordiendo y poniendo en apuros a los ingleses incluso con una ocasión a través de un tiro de Che Adams que iba para adentro pero que acabó taponado por un defensa. Con el paso de los minutos los locales se asentaron y Stones mandó un balón al palo en un saque de esquina que metió el miedo en el cuerpo a los escoceses. Otra ocasión de Mount que vino precedida de una pérdida de McTominay fue el punto de inflexión para que empezara el dominio de los Three Lions que se alargó hasta que los dos laterales visitantes estiraron a su equipo: Tierney llegó a línea de fondo y puso un balón alto para que O’Donnell, con una gran volea, hiciera lucirse al meta Pickford que hizo un paradón de mérito.

Los últimos minutos de la primera parte transcurrieron con Escocia minimizando las virtudes de sus rivales y con los ingleses intentando igualar la agresividad de un combinado escocés que tenía un plan claro y lo estaba ejecutando bien. Dos defensas (Stones y O’Donnell) fueron los únicos que consiguieron sorprender en las áreas rivales bajo la lluvia de Wembley en los primeros 45 minutos de un partido con aroma a fútbol del de antes.

Southgate les puso las pilas a sus muchachos en el paso por vestuarios y se vio cuando los ingleses llegaron tres veces con peligro en los tres primeros minutos tras la reanudación. Wembley agradeció la marabunta de sus jugadores y demostraron cómo responde una de las cunas del fútbol en un duelo de categoría. Pero el ímpetu inglés no desordenó el entramado azul de los visitantes que se mantuvieron fieles a la idea inicial esperando su oportunidad en alguna jugada aislada. Y como Hannibal Smith, del Equipo-A, a los escoceses les encanta que sus planes salgan bien. Presionando a los ingleses consiguieron meter peligro en las jugadas a balón parado que acabaron con un remate del delantero Dykes que tuvo que sacar bajo palos Reece James. Los escoceses empezaban a asomarse al gol otra vez.

Con una Inglaterra sin mucha energía y una Escocia conformista se llegó a los últimos 15 minutos del partido donde ninguno de los dos conseguía llegar con peligro a las áreas contrarias. Ni la entrada al campo de gente como Grealish y Rashford dieron nada nuevo a un conjunto local que se fue desinflando. Con el paso de los minutos y una roca de color azul enfrente que no tenía ningún problema en seguir armado detrás y que parecía ver con buenos ojos sacar un punto de Wembley, los ingleses acabaron dando una imagen de impotencia y no fueron fieles a su clásico empuje para buscar una victoria que los hubiera dejado clasificados para los octavos. Al final, ni los hijos del Rey Arturo pudieron sacar de la piedra a Excalibur ni los herederos de William Wallace pudieron tomar la capital inglesa. Con este pequeño botín, ambos volverán a preparar su última batalla en forma tercera jornada con la intención de volver a jugar en Wembley más adelante cuando avance el torneo.

Revisó un posible penalti sobre Sterling pero no mandó revisarlo a Mateu Lahoz