¿Lo sabías? Pessina, un amante del ballet y del latín que llegó de rebote a la Eurocopa

Este joven futbolista, autor del gol del triunfo de la selección italiana ante Austria en octavos y uno de los nueve jugadores del Atalanta de Bérgamo en la Eurocopa, no solo ha llamado la atención de la prensa italiana, sino también del resto de periodistas que no están acostumbrados a jugadores como este. Y es que Matteo Pessina parece sacado de otra época.

Este taliano de 24 años es un jugador muy diferente a sus amigos y compañeros: no luce ningún tatuaje, no juega a la PlayStation, contactos sociales limitados al ámbito del fútbol y apasionado de cosas tan poco comunes en un vestuario como el ballet, el esquí o el golf. En varias entrevistas en medios italianos, Matteo ha confesado aspectos de su vida cuanto menos peculiares. De pequeño le gustaba jugar al tenis después de clase y, sobre todo, estudiar Latín. De hecho, cuenta él mismo que su frase favorita en esta lengua muerta y desde luego es la filosofía que adquiere jugando al fútbol.

Este taliano de 24 años es un jugador muy diferente a sus amigos y compañeros: no luce ningún tatuaje, no juega a la PlayStation, contactos sociales limitados al ámbito del fútbol y apasionado de cosas tan poco comunes en un vestuario como el ballet, el esquí o el golf. En varias entrevistas en medios italianos, Matteo ha confesado aspectos de su vida cuanto menos peculiares. De pequeño le gustaba jugar al tenis después de clase y, sobre todo, estudiar Latín. De hecho, cuenta él mismo que su frase favorita en esta lengua muerta es "Gutta cavat lapidem, non vi sed saepe cadendo", que significa "una gota de agua puede perforar una roca, no solo por la fuerza sino por la constancia" y desde luego es la filosofía que adquiere jugando al fútbol.

Pessina no ha llegado a ser futbolísta por casualidad. Sus cualidades hacen que sea uno de los futbolistas más prometedores del país. Pero además de exhibir una técnica deliciosa, tiene una cabeza privilegiada que le permitió obtener una beca para matricularse en la carrera de Economía en la Universidad de Luiss de Roma. Es un estudioso, y no solo del mundo fiscal, que le apasiona. También de sus rivales en el césped. Además ahora en la azzurra está aprendiendo a mejorar sus capacidades defensivas para implantar el histórico catenaccio, en caso de que Mancini apueste por el cerrojo clásico italiano.

Pero la aparición de Pessina en la selección tiene que ver con una serie de casualidades. Todo empezó por una lesión muscular, la de Stefano Sensi, futbolista que estaba convocado por Roberto Mancini para formar parte de la azzurra. Pessina estaba lejos de haber realizado una preparación ideal para la Eurocopa, pero Mancini decidió convocarle para reemplazar a Sensi de urgencia. La fama de Pessina no ha dejado de crecer desde que se estrenó en la competición marcando un gol a Gales el día que se decidía el liderato de grupo. En Italia, la Gazzetta dello Sport ya habla del interés del Inter de Milán, el equipo del que es tiffosi y al que acudió a ver jugar la final de la Champions junto a su padre en el Bernabéu. Cuentan que Matteo está tranquilo y no le afectan los elogios ni la euforia que le rodea y que Bonucci lo tutela con largas conversaciones quién sabe si sobre ballet, literatura o fútbol.