Historia de un 9-1: ¿Es la diferencia real entre el Barça y el Real Madrid femenino?

Llamado por muchos ‘El Clásico femenino’ (sí, ya sabemos que no es un clásico), había interés en comprobar hasta qué punto el CD Tacón podía pelear a todo un finalista de Champions League. Las previsiones eran de goleada culé, pero quizá no tan abultada como lo que acabó siendo el resultado final. El equipo blanco perdió por la friolera de nueve goles a uno, convirtiéndose ipso facto en uno de los mayores rapapolvos de la historia del torneo.

¿Tanta diferencia existe entre uno y otro equipo o este resultado no es más que un espejismo? La respuesta es sí. Pese al fichaje de jugadoras más que notables en este mercado (Asllani, Jakobsson, Thaisa, Kaci, Chioma), el CD Tacón está muy lejos de un gigante como el Barça considerado ahora mismo como uno de los mejores clubes del viejo continente. El 9-1 tiene una explicación lógica que vamos a desgranar:

El Madrid es un recién ascendido. Si bien es cierto que algunas de las incorporaciones son notorias e impropias de un club de esta condición, la gran mayoría de sus futbolistas no tienen experiencia en Primera División, una liga a años luz de la antigua Segunda femenina, que pasó a mejor vida tras las necesarias renovaciones de la RFEF. El Tacón ascendió en una categoría con ocho grupos y más de 100 equipos, la mayoría de ellos lejos de un nivel considerado profesional.

Así pues, el Tacón quiso ser valiente ante el Barça y jugó con la defensa muy adelantada y tratando de salir con el balón jugado. Pero la inexperiencia se pagó cara, y la mayoría de goles encajados llegaron en balones a la espalda (nada que hacer ante velocistas como Oshoala) o errores de bulto (pérdidas o pases interceptados en las inmediaciones del área). Es precisamente la zaga la única zona sin fichajes por parte del CD Tacón, por lo que la línea defensiva que jugó en Barcelona fue la misma que la temporada pasada, con una media que no supera los 23 años. Lucía, que se anotó un gol en propia, ni siquiera tiene la mayoría de edad (17), mientras que Ainoa Campo jugó mucho más retrasada de lo habitual (actúa de extremo o mediapunta).

Pero no hay que menospreciar el logro conseguido por el Barça. Nueve goles no se anotan todos los días, si bien la pasada temporada las culés (que acabaron segundas por detrás del Atlético) anotaron más de seis goles en hasta cinco partidos de Liga Iberdrola, incluido un idéntico resultado al Rayo Vallecano (9-1), equipo que llegaba a esa fecha como uno de los menos goleados del torneo y cuya trayectoria en el fútbol femenino español es digna de aplaudir. Las azulgranas no solo cuentan con la condición de subcampeonas de Champions League y poseen algunas de las mejores futbolistas del mundo (Jenni Hermoso, Lieke Martens, Caroline Graham, Oshoala), sino que además poseen una cantera que nutre en demasía a la Selección femenina y todas sus categorías inferiores.

"El otro día jugó el mejor equipo de España contra un recién ascendido. Sobre esa base queremos construir un buen equipo”, dijo Florentino Pérez dos días antes de la dolorosa derrota. Tiene toda la razón. No hay mayor favorito a los dos títulos nacionales este año que el Barça, probablemente con la mejor plantilla de su historia y lanzada a romper por fin la hegemonía del Atlético (campeón de Liga tres años consecutivos). La fórmula para acercarse al poderío de este Barça no es otro que la paciencia. El club azulgrana lleva casi una década trabajando en una sección femenina que ya se ha convertido en uno de sus grandes valores. El Madrid tiene un largo camino que recorrer, pero tanto aficionados como el club en sí mismo debe asimilar cuanto antes que juega en otra Liga muy distinta y que el proceso será costoso. Los que piensan en una rivalidad idílica como en el fútbol masculino que esperen. Queda mucho.