Fútbol, Juegos Olímpicos Tokio 2020 | Una primera fase complicada para aspirar a un prometedor metal

España ha finalizado la fase de grupos de los Juegos Olímpicos de Tokio con la mejor noticia posible que podía haber, la clasificación para cuartos como primera de grupo. Sin embargo, el combinado nacional ha dejado luces y sombras en estos tres partidos, en los que principalmente ha evidenciado serios problemas de cara al gol.

En el estreno ante Egipto, la noticia más positiva del equipo de Luis de La Fuente fue el gran nivel exhibido por Dani Ceballos, pero una dura entrada privó al sevillano de terminar el encuentro y de poder volver a jugar en Tokio. El futbolista del Real Madrid se reencontró con su mejor versión y dirigió a España a la perfección con una exquisita selección de pases. Tras la marcha de Ceballos, el equipo se atascó y comenzó a achacar esa falta de gol que ha acompañado a La Roja durante todo el torneo.

Ante Australia, la tónica mostrada ante Egipto en la segunda parte sería la protagonista del partido. La Selección arrancaba con la principal novedad de Asensio partiendo desde el banquillo, el cual no había estado nada acertado en el primer encuentro. Pero, tras la incapacidad de generar peligro, Luis de La Fuente le dio entrada en la segunda mitad y fue el que obró la asistencia para que Mikel Oyarzabal marcara el único gol del partido, que le daría la victoria a España.

Llegaba el partido ante Argentina. España partía de una buena situación, con no perder estaría en la siguiente ronda, pero la albiceleste necesitaba ganar y planteó un partido muy físico y trabado desde el primer momento. Los españoles seguían sin encontrar demasiado la portería de Ledesma, aunque cuando llegaban lo hacían con peligro. Sería Merino el que marcaría el primer gol del partido. Pero, poco después, Belmonte cabecearía sin oposición para superara a un Unai Simón que había estado brillante y sellando el empate final.

España ha cerrado una fase de grupos agridulce, en la que se ha conseguido con comodidad el objetivo deseado. Sin embargo, el desempeño del equipo ha dejado bastante que desear en algunas facetas. Fuera de la profunda falta de gol que ha demostrado el conjunto español, Luis de La Fuente tampoco ha sabido dar con la tecla para cambiar el plan y desatascar el partido cuando los rivales plantean trabar la fluidez de balón.

Otros jugadores, como Marco Asensio o Mikel Oyarzabal, tampoco han rendido como se esperaba. Son referentes ofensivos en sus respectivos equipos y acumulan ya varias internacionalidades a sus espaldas, por lo que esperaban que fueran líderes de una joven Selección.

Pedri tampoco ha destacado como hizo en la sensacional Eurocopa que firmó, ni ha sabido ser el líder de la medular cuando Ceballos tuvo que ausentarse. Parece que la altísima carga de minutos que tienen sus piernas comienza a pasar factura al canario

Por otra parte, otros han salido muy reforzados. La defensa únicamente ha concedido un gol en tres partidos y Unai Simón ha estado exuberante, protagonizando varios paradones que han salvado al equipo e imponiendo seguridad. También hay que destacar la actuación de Rafa Mir, que ha aportado mucho en los minutos que ha disputado. Dani Olmo también ha sabido leer bien los partidos y lo que se pide de él, aunque ha estado algo más discreto.

Si de algo ha servido la fase de grupos, es para que La Roja se familiarice con el fútbol olímpico y también para que los jugadores se conozcan y entiendan sobre el campo.

Las dudas que ha dejado la Selección son fáciles de disipar, un poco más de acierto de cara a portería y un elaborado ‘Plan B’ para cuando el partido se atasque solucionarían de raíz los problemas exhibidos hasta el momento.

Venciendo a Costa de Marfil en cuartos, este grupo estaría a un único paso de hacer historia logrando una medalla en un deporte en el que no se consigue metal desde Sídney 2000.