La décima del Real Madrid: El histórico cabezazo de Sergio Ramos

La historia del Real Madrid con la Copa de Europa/Champions League ha sido ciclotímica, con periodos de gran fecundidad, como la década de los 50 o la transición entre los siglos XX y XXI con otros de sequía alarmante. La opinión pública empezaba a ser demasiado pesada para un equipo blanco que llevaba ya nueve años sin alzar la Orejona, y el camino hacia la final de Lisboa fue lo suficientemente tortuoso como para pensar que no tenía por qué ser el favorito el equipo de Carlo Ancelotti, con Zinédine Zidane como su mano derecha.

Enfrente estaba el Atlético de Diego Simeone, el entrenador milagro que consiguió hacer que los derbis madrileños volvieran a ser un torrente de emoción y energía con resultados inciertos. Los rojiblancos llegaron a la final de A Luz con el título de LaLiga bajo el brazo después de ganarle al Barcelona en el Camp Nou, y su camino hacia este partido por el título, dejando fuera a Milan, de nuevo el Barcelona y Chelsea, hacían presagiar una oportunidad única para que Neptuno recibiera su primera Champions League.

El Real Madrid llegó a la final beneficiado por un cómodo emparejamiento contra el Schalke, una peleada victoria contra el Dortmund y la sorprendente demolición del Bayern de Pep Guardiola, al que dejó fuera con un rotundo 5-0 global. Sin estar en su mejor momento, el Madrid parecía capaz de volver a prender la mecha especial que siempre mostró en la Champions League, y finalmente lo hizo.

Un error de Casillas en la primera mitad del partido permitió a Godín poner por delante al Atlético. De nuevo, el central uruguayo parecía en disposición de volver a ponerse la capa de superhéroe para su parroquia, con Costa en el banquillo al lesionarse en los primeros minutos y Arda sin haber podido llegar a tiempo.

El Real Madrid apretó en la segunda mitad para evitar la deshonra de ser doblegado por su vecino, y Di María fue el jugador más destacado, aunque se chocaba con una zaga colchonera de alto copete con Godín y Miranda como escuderos de un fiabilísimo Courtois, hoy en la acera de enfrente. Fueron el empuje y la fe del Real Madrid, personificados en Sergio Ramos, los que permitieron que el partido tuviese una tercera parte en forma de prórroga. 92:47 lucía en el marcador de A Luz y hoy sigue haciéndolo en los nudillos del capitán blanco, que inmortalizó ese segundo en el que anotó el 1-1 que le dio una vida extra -y definitiva- al Real Madrid.

La prórroga fue un castigo demasiado cruel para un Atlético desmoralizado que nunca supo sacudirse el tremendo golpe recibido. Con el equipo descosido y abatido, llegaron tres goles más con las firmas de Bale, Marcelo y Ronaldo -éste último exageradamente festejado e incluso criticado por la afición blanca-. El idilio del Madrid con la Champions había vuelto a resurgir y sólo el Barcelona puso una ligera muesca en una retahíla que continuó con tres títulos más, éstos ya con Zinédine Zidane como primer entrenador.

4 – Real Madrid: Casillas; Carvajal, Ramos, Varane, Coentrão (Marcelo, 59’); Modric, Khedira (Isco, 59’), Di María; Bale, Benzema (Morata, 79’) y Ronaldo

1 – Atlético: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luís (Alderweireld, 83’); García (Sosa, 66’), Tiago, Gabi, Koke; Costa (Adrián, 9’) y Villa

Goles: 0-1, Godín (36’); 1-1, Ramos (90’+3’); 2-1, Bale (110’); 3-1, Marcelo (118’); 4-1, Ronaldo (pen., 120’)

Árbitro: Björn Kuipers (Países Bajos). Amonestó a Ramos, García, Khedira, Miranda, Villa, Juanfran, Koke, Gabi, Marcelo, Godín, Ronaldo y Varane.

Estadio: A Luz.