La 'Messidependencia' es un mito: el Barça no deja de ganar cuando Leo está lesionado (21:00)

En una ocasión preguntaron al entonces presidente Joan Laporta si el Barça tenía ‘Messidependencia’. El mandatario sonrío y emitió una respuesta ingeniosa, pero de un acentuado corte independentista. El tiempo ha dado la razón al expresidente, pero no desde un punto de vista político sino meramente deportivo. Leo Messi se ha perdido un total de 88 partidos como jugador culé. Afortunadamente para él y para el fútbol sus lesiones nunca han sido de extrema gravedad, pero sí ha tenido períodos de baja de al menos tres meses.

Meses que nunca se le hicieron largos al Barça, porque sus compañeros supieron sacar los partidos adelante. Por ejemplo, en la temporada 2015/2016 estuvo parado desde finales de septiembre hasta bien entrado noviembre por una ruptura del ligamento interno de la rodilla y el Barça sólo perdió un partido en el Sánchez Pizjuán y no llegó a perder el liderato de LaLiga, firmando también un pleno en Champions League en la fase de grupos contra el Leverkusen y el doble enfrentamiento contra el BATE Borisov. Messi volvió a la competición precisamente en un Clásico contra el Real Madrid entrando como suplente, y que acabó con 0-4 y un Rafa Benítez sentenciado.

La otra última gran baja de Leo Messi fue muscular y también por estas mismas fechas, es decir, de finales de septiembre hasta mitad de octubre de 2016. Se contabilizaron dos derrotas y un empate de los cuatro encuentros que se perdió. Malos números pero que no fueron decisivos, ya que el Barça cayó ante el Manchester City como visitante y en Liga perdió en Balaídos contra el Celta. En el devenir del curso no fueron resultados decisivos, pues el Barça quedó líder de grupo en Champions y en aquel campeonato doméstico ganado por el Real Madrid de Zidane, realmente aguantaron el pulso a los blancos hasta la jornada 38.

En los inicios del astro en el Barça sí eran frecuentes sus problemas musculares y ya es de sobra conocido que no fue hasta la llegada del Barça y un cambio en sus hábitos alimenticios cuando Leo se hizo más fuerte y prácticamente inmune a las lesiones. En la temporada 2005-2006 estuvo dos semanas sin jugar por una elongación muscular en el bíceps femoral de la pierna derecha, antes de sufrir una rotura de cinco centímetros en el bíceps femoral de la pierna derecha en un encuentro ante el Chelsea.

En la temporada siguiente, en uno de sus primeros Clásicos, sufrió un esguince del ligamento lateral externo del tobillo derecho que le tuvo una semana en el dique seco, y al poco de volver, se fracturó el quinto metatarsiano del pie izquierdo frente al Real Zaragoza, estando casi tres meses de baja.

Antes de que Pep Guardiola le cambiara esa citada dieta pasó su peor temporada en cuanto a lesiones. En septiembre de 2007 sufrió una contractura en los isquiotibiales de la pierna derecha en el partido entre Australia y Argentina, pero lo peor estaba por llegar. En diciembre se rompió el bíceps femoral de la pierna izquierda en un choque ante el Valencia que le tuvo más de un mes de baja, y meses después sufrió una rotura del tercio proximal del bíceps femoral de la pierna izquierda frente al Celtic, donde también se retiró llorando en camilla. En aquella ocasión estuvo 6 semanas de baja.

Desde entonces, su única lesión reseñable fue la ya mencionada, el 19 de septiembre de 2010, cuando una durísima entrada del rojiblanco Ujfalusi -que vio la roja directa- le produjo una una distensión en el ligamento lateral interno del tobillo derecho, aunque apenas tardó dos semanas en volver a jugar.