El Barcelona y la afición del Camp Nou abrazaron con optimismo el fichaje de Arthur Melo procedente del Grêmio. El centrocampista brasileño, señalado por muchos como el sucesor natural de Xavi Hernández, nunca llegó a ganarse la confianza completa de Ernesto Valverde y Quique Setién. Las lesiones y la falta de confianza lastraron sus últimas semanas como azulgrana.