Barcelona-Atlético, un duelo con mucha historia

Por aquel entonces, todavía conservaba el nombre de Atlético Aviación y los madrileños recibían en casa al Barcelona, tras recibir un duro correctivo (5-0) en el campo del Espanyol. Los asistentes al antiguo estadio de Vallecas vivieron se dieron un festín de goles, en uno de los mejores partidos que se disputaron esa temporada.

Lo curioso de esa fecha, es algo que en los tiempos actuales parecería ficticio, el Barça llagaba colista de la Primera División con solo tres puntos. El héroe de aquel encuentro fue el delantero canario, Francisco Campos, con dos goles y una asistencia.

Todos los aficionados que asistieron ese día al Camp Nou tuvieron el honor de ver en primera persona, la elegancia elevada a la máxima potencia en forma de gol. Johan Cruyff dejó uno de los mejores tantos de su carrera. Su gran amigo, Rexach, gambeteó por la banda derecha para poner un centro pasado al segundo palo y cuando parecía que el cuero se perdería por la cal, Cruyff levitó para enganchar una espuela preciosa, ante la que nada pudo hacer Manolo Reina.

El partido terminó llevándoselo el Barcelona (2-1), al igual que la Liga, rompiendo una sequía de casi tres lustros sin levantar el campeonato doméstico. La prensa al día siguiente calificó el tanto, de ‘gol imposible’.

Imagínense el panorama en el descanso, de los aficionados y del equipo. El Atleti perdía 0-3 en una primera parte formidable de Romario, el brasileño destrozó a los colchoneros con un hat-trick 45 minutos. Pero lejos de rendirse, obraron una remontada, que bien mereció la posterior celebración en Neptuno

El pitido de inicio del segundo tiempo fue una inyección de adrenalina para los jugadores. Dos nombres sobresalieron por encima del resto, Kosecki, con un doblete y Caminero, que llevó al éxtasis a la afición rojiblanca con un golazo por la escuadra en el último suspiro. Todavía lo recuerda el ex director deportivo.

Nunca se me olvidará el Calderón puesto en pie en una noche mágica"

En el año del doblete, Atlético y Barcelona se midieron hasta en tres ocasiones. Al igual que un combate de boxeo, los rojiblancos fueron golpeando hasta dejar a los culés en la lona. El primer careo fue en la primera vuelta con victoria para el Atleti (3-1), pero el caviar se reservó para el mes de abril.

En apenas diez días, el Atleti se proclamó campeón de la Copa de Rey y dejó casi sentenciado el campeonato liguero, para noquear al Barcelona y lo más importante, el golpe final que propició el fin de la era Cruyff en el banquillo catalán.

Al igual que hiciera su compatriota Romario, Ronaldo tuvo su noche de gloria en el Calderón. El Barcelona le asestó una ‘manita’ (2-5) en un partido en el que el Atleti terminó con nueve por las expulsiones de Santi Denia y Diego Pablo Simeone. El encuentro quedó marcado por el feo gesto que le dedicó Ronaldo a la grada rojiblanca, un corte de mangas que no sentó nada bien en la parroquia colchonera.

Messi, Ronaldinho y Eto´o, como para no tener miedo. Este tridente se encargó de firmar la carta de despido de Javier Aguirre y de acelerar una decisión que llevaba tiempo meditando Fernando Torres, dejar el club de sus amores. El Barcelona montó una fiesta de carnaval en el Calderón, a la que el único que no fue invitado era el Atlético de Madrid. Un 0-6 y una actitud más que cuestionable por parte de los jugadores, forman parte de una de las peores tardes del mítico estadio.

Uno de los recuerdos recientes más dolorosos para el Camp Nou y uno de los más felices para el Atlético. El destino quiso que ambos conjuntos se jugaran el título de liga en la última jornada con un enfrentamiento directo. Aquel cabezazo de Godín devolvía el trofeo a las vitrinas rojiblancas 18 años después. Fue la confirmación de que los colchoneros habían llegado e iban a quedarse a ‘molestar’ a Barça y Real Madrid.