LaLiga, Sevilla-Barcelona: Sin goles no hay paraíso (0-0)

0 - Sevilla: Vaclík; Jesús Navas, Koundé, Diego Carlos, Reguilón; Fernando, Jordán (Gudelj, m.69), Óliver Torres (Éver Banega, m.46); Ocampos (Franco Vázquez, m.84), De Jong (En-Nesyri, m.69) y Munir (Suso, m.59).

0 - Barcelona: Ter Stegen; Semedo, Piqué, Lenglet, Jordi Alba; Sergio Busquets, Rakitic (Riqui Puig, m.88), Vidal (Griezmann, m.77); Messi, Braithwaite (Arthur, m.63) y Luis Suárez.

Árbitro: José Luis González González (Comité Castellanoleonés). Amonestó a los locales Reguilón (m.26), Fernando (48+) y Banega (m.62) y a los visitantes Piqué (m.39) y Sergio Busquets (48+).

Incidencias: Partido de la trigésima jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán a puerta cerrada por el protocolo de LaLiga debido a la pandemia de coronavirus.

Ambos equipos comenzaron pagándose con su propia medicina. A los 30 segundos el Sevilla ya mostró sus intenciones poniendo en dificultades a Ter Stegen con la pelota. Por su parte, los blaugranas no iban a ser menos y trazaban una línea de presión alta que imposibilitaba la salida de balón de los hispalenses. El Barça era mejor, Messi amenazaba desde el balón parado -Koundé demostró una nueva manera de parar los lanzamientos del ‘10’, corriendo hacia su portería y despejando con la cabeza cuando ya se cantaba el primero- pero no llegaban los goles. Con la pausa de hidratación el Sevilla cogió aire, se inclinó hacia el campo rival y el partido creció en intensidad. Tal es así que el primer acto terminó a modo de gresca, con Diego Carlos por los suelos ante un empujón de Messi, Busquets y Fernando enganchados por sus camisetas y Reguilón y Piqué diciéndose lo que no parecían cosas bonitas.

Siguiendo el patrón del final de la primera parte, la segunda entrega comenzó al ritmo de la conexión Navas-Ocampos. El argentino tuvo la más clara con un latigazo desde el flanco derecho, a lo que Ter Stegen respondió cómo si de un muro con mano de hierro se tratase. Fernando empezó a sacar la escoba y se hizo dueño y señor del centro del campo. Koundé y Diego Carlos estaban imperiales. Setién, consciente de que su equipo había perdido el control y se atascaba por dentro, decidió cambiar el sistema retirando a Braithwaite y dando entrada a Arthur, para formar con cuatro centrocampistas. El choque se diluía con el paso de los minutos hasta la traca -mojada- final. La tuvo Luis Suárez para el líder y en la siguiente jugada, fue el turno de Reguilón para los sevillistas. Sin goles no hay paraíso y Barcelona y Sevilla terminaron firmando un empate que quizás les deje consecuencias negativas en la clasificación. A los hispalenses teniendo en cuenta que el Atleti les puede empatar en la tercera posición y, sobre todo, a los blaugranas que en el caso de que el Real Madrid gane a la Real el domingo, perderán el liderato.