Anoeta y la inflexión del Barça para propulsarse al éxito

El Barcelona de Koeman logró alcanzar su mejor versión en Anoeta sometiendo a la Real Sociedad a una goleada que propulsa al conjunto de la Ciudad Condal hacia los títulos a final de temporada como si de un cohete se tratase.

El estadio de la Rea Sociedad ya sirvió al Barça de Luis Enrique para comenzar el camino que terminó con el segundo triplete de la historia del club. Sin embargo, el motivo fue diferente: una derrota con Messi en el banquillo que fue un antes y un después clave en la era del técnico asturiano en el Camp Nou.

El 4 de enero del 2015, un Barça en una comprometida situación llegaba a Anoeta con la necesidad de puntuar para no descolgarse de la lucha por el campeonato liguero. Pero, para sorpresa para todos, Luis Enrique dejó de inicio en el banquillo a Messi y Neymar.

El partido comenzaba de la peor de las maneras para los intereses culés. Jordi Alba se marcaba en propia meta en el 2’ y los azulgranas se verían incapaces de superar un resultado de 1-0 que sería el definitivo, pese a la entrada del argentino y el brasileño en la segunda mita.

Dicho marcador final sirvió para que el ‘10’ y Enrique enterraran el hacha de guerra en beneficio de los intereses del Barcelona. La MSN pasó a ser indiscutible y se convirtió en la mejor delantera del mundo. El curso terminaría con sobresaliente y con la Champions League, Liga y Copa del Rey en las vitrinas del Camp Nou.

El caso del 2015 es diferente al del Barça de Koeman, ya que el pasado significó tocar fondo para alcanzar el éxito y el presente supuso una exhibición sin precedentes en la era del holandés como técnico culé.

El Barcelona fue capaz de endosar seis goles a un equipo que lucha por entrar en Champions como es la Real Sociedad evidenciando una gran pegada y un paso al frente de jugadores que, al igual que el entrenador, habían sido muy cuestionados.

Ya no es solo el gol de Griezmann, el de Dembélé o los dos goles de Dest. Es la sensación de dominio, de cuajar varios buenos partidos de forma consecutiva o la vuelta de esa esencia del ‘tiki-taka’ que tantos éxitos ha llevado ala Ciudad Condal.

El capitán, que ya llevaba uno, cerró la cuenta goleadora con un tanto precedido por una gran jugada asociativa que, vista desde arriba, asemejó a los de Koeman a un reloj suizo en pleno funcionamiento. Una acción que trajo de vuelta a aquel equipo que implementó su yugo en España y Europa durante años. Alba, Riqui, Alba, Messi y golazo, cómo habían añorado esta sensación los aficionados al Barcelona y al buen fútbol.

Con el motor culé en pleno rendimiento, con Dembélé, Messi y Griezmann como nuevo tridente aterrador, con De Jong y Busquets como engranajes clave y con Dest, Mingueza o Araújo como pilares defensivos que blindan la puerta acorazada que es Ter Stegen. Los motivos para creer en que el Barça es favorito para terminar la temporada alzando el título de Liga y Copa del Rey no son pocos.

El entrenador rival también se ha dado cuenta de lo en serio que va este equipo. ''Se lo dije al míster en Barcelona. Que entendía que iban a ganar ellos La Liga. Si le dan continuidad a lo que están haciendo, estoy convencido de que son los serios candidatos a ganarla'', comentó el técnico de la Real Sociedad tras recibir un set.

El Barcelona ha ido de la nada al todo, de ceder puntos en partidos por errores impropios de un equipo de esta magnitud a ser un conjunto serio que aterra a sus rivales como hacía en antaño.

Koeman ha sabido exprimir al máximo una competitiva plantilla en la que los canteranos están dando lo mejor de sí y los veteranos recuperando su mejor versión, todos ellos comandados por un líder como Messi que, aunque no tenga decidido su futuro, sí tiene decidido que quiere levantar títulos a final de temporada.