Barça-Real Madrid: Zidane traspasa la crisis a Koeman

BARCELONA: Neto, Dest, Piqué, Lenglet, Jordi Alba (Braithwaite 88'); Busquets (Trincao 81'), De Jong; Pedri (Griezmann 81'), Coutinho, Ansu Fati (Ansu 81'); Messi.

REAL MADRID: Courtois, Nacho (Lucas 42'), Varane, Ramos, Mendy, Casemiro, Kroos, Valverde (Modric 69'), Asensio (Rodrygo 81'), Vinicius y Benzema.

ÁRBITRO: Martínez Munuera. Amarilla a Casemiro, Nacho, Lenglet

GOLES: 0-1, Valverde (5'); 1-1, Ansu (8'); 1-2, Ramos, de penalti (62'), 1-3, Modric (89')

No hay mejor partido para reivindicarse que un clásico. Real Madrid y Barcelona, y especialemente sus jugadores, lo saben y dejaron para este partido su mejor versión en lo que va de Liga. Serios, ambiciosos, hambrientos. El Real Madrid de Zidane es un equipo de esfuerzos cortos, de partidos grandes, de finales. Sabe abstraerse del contexto y aparcar la pereza recurrente de su fútbol habitual cuando llega una cita mayúscula. Y el clásico lo era. En el Camp Nou Zidane armó su pasillo de seguridad con Courtois, Ramos, Casemiro y Benzema. A su alrededor ordenó un 4-3-3 con Asensio y Vinicius arriba y Valverde escoltando a Kroos y Casemiro. Koeman, en otro ejercicio de personalidad, dispuso un 4-2-3-1 sentando a Griezmann en el banquillo y apostando por Pedri junto a Messi y Coutinho por detrás de Ansu.

El Real Madrid leyó rápidamente la pizarra y cargó su ataque por el carril de Dest. A los cinco minutos una salida desde atrás de los blancos en la que participaron Ramos y Benzema terminó con un pase al espacio donde apareció Valverde para batir a Neto. El Barça a la lona. Pero sin tiempo de acusar el gol en contra los culés aprovecharon un error grosero de Asensio, que se quedó enganchado y no siguió a Jordi Alba, que ganó la línea de fondo y sirvió el empate a Ansu. Ocho minutos, dos goles. Los de Koeman hacían daño al Madrid presionando por dentro y los de Zidane con un Benzema indetectable entre líneas. Pasados los veinte minutos Courtois hizo una parada prodigiosa cuando Messi ya cantaba el gol. La respuesta de Benzema de primeras se topó con una buena mano de Neto abajo. El partido era nervioso, excitante. Dos pesos pesados lanzando golpes.

La segunda parte amaneció con un Messi eléctrico que aparecía más y mejor. Coutinho la tuvo en un centro de Ansu que cabeceó fuera por poco. El brasileño sigue siendo demasiado inconsistente para este Barcelona. Tampoco Asensio y Vinicius ayudaban mucho a Benzema, quien solo encontraba la complicidad de Valverde. Valverde y... Ramos. En un centro al área en una falta hubo un forcejeo entre Ramos y Lenglet en el que el central culé agarró por la camiseta al de Camas.

Demasiado evidente para que no se viera en el VAR, que mandó a Munuera al monitor y la visita terminó en penalti indiscutible. Ramos anotó el penalti y el Real Madrid volvió a colocarse por delante. Le tocaba contestar al Barcelona, que pasó unos minutos sonado. Obligado por el marcador los de Koeman llevaron el choque al área blanca, con los madridistas atrincherados y saliendo a la contra. Koeman quemó todas sus naves con Trincao, Dembelé, Braithwaite y Griemzann los diez últimos minutos. El Real Madrid se replegaba en un 4-5-1 con líneas escalonadas y el Barça se diluía frutrasdo por un resultado que castiga su facilidad para encajar goles. En el minuto 85 Neto sacó dos goles cantados de Kroos y Ramos. Y finalmente la puntilla la puso Modric, que marcó el tercero con el exterior después de marear a Neto y a la defensa azulgrana antes de anotar un gol majestuoso. Victoria balsámica para Zidane, que traspasa la crisis a Koeman.

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El penalti de Lenglet a Ramos hizo trabajar al videoarbitraje que llevó a Munuera al monitor. El forcejeo existió entre ambos y el agarrón del azulgrana es indiscutible, una decisión poco inteligente del defensor. Minutos después analizó una mano de Varane en su área tras un despeje de Ramos, pero decidió que siguiera el juego.