El triunfo de Koeman, el Zidane del Barcelona

"Hay Liga y podemos meternos en la final de Copa esta semana. Hay cambiado el escenario y estoy muy orgulloso de este equipo". Las palabra son de Gerard Piqué, el central y uno de los capitanes del Barcelona, y el hombre que pidió responsabilidades empezando por él mismo tras el bochorno del 2-8 en la Champions ante el Bayern.

Este Barcelona vivió un punto de inflexión en verano cuando Leo Messi su intención de marcharse del club azulgrana, para después recular y quedarse sin dar pistas sobre que ocurrirá este verano. Koeman se encontró una tormenta de dimensiones biblícas cuando Bartomeu le dijo que debía prescindir de Luis Suárez para reducir la masa salarial y el charrúa acabó en el Wanda Metropolitano, donde pelea el pichichi a su amigo Leo.

Después la moción de censura contra Bartomeu dejó a Koeman huérfano y señalado por una afición que desconfiaba de él, pese a ser un héroe de la historia azulgrana, y de los candidatos a la presidencia del club, que no se pronunciaron a favor de su continuidad.

Todo eran malas noticias para un Koeman que se armaba de paciencia y manejaba las ruedas de prensa con peculiaridad. Esa paciencia y ese manejo de las ruedas de prensa le han permitido ganarse el respeto del vestuario y tras ello parece que los resultados comienza a acompañarle. La victoria de autor de Koeman en el Pizjuán llega en el mejor momento, unos días antes de volver a medirse al Sevilla en la vuelta de semifinales de Copa. Deben remontar un 2-0 en contra y el Sevilla parecía inabordable, hasta lo ocurrido este sábado en el que Koeman le dio un repaso a Lopetegui en la pizarra.

Koeman está viviendo en el Barcelona un proceso parecido al que ha vivido Zidane en los últimos tiempos. Superando crisis de resultados, malas caras de jugadores, dudas de la directiva del club... El holandés ha tenido paciencia y personalidad para sacar adelante el contexto negativo. Si el Barça consigue darle la vuelta a la eliminatoria ante el Sevilla, Koeman será el gran triunfador de este equipo condenado al desastre.