¿Lo sabías? Cuando Balaídos era una pesadilla para el Real Madrid

La primera, en la última jornada de la temporada 96-97, no fue tan dolorosa pese al 4-0 con el que se llegó al pitido final. El Madrid de Fabio Capello era matemáticamente campeón de Liga y los vigueses necesitan la victoria para alcanzar la permanencia. Lo lograron gracias a una exhibición de Gudelj, que marcó un hat-trick (el otro tanto fue de Juan Sánchez) y al partidazo de futbolistas de la talla de Mazinho y Mostovoi.

Aquella salvación supuso un giro de timón importantísimo en la historia del club vigués, que sustituyó a Fernando Castro Santos por Javier Irureta. El Celta se clasificaría para la Copa de la UEFA al acabar sexto, pero sus sueños eran de Champions League tras volver a ganar al Real Madrid y colocarse tercero a falta de cinco jornadas para el final. Un doblete de Mostovoi dinamitó al cuadro de Jupp Heynckes, más pendiente de la semifinal de la Liga de Campeones ante el Borussia Dortmund. Al final, el Madrid acabó cuarto en la tabla pero conquistó la ‘Orejona’ tras 32 años de sequía.

Desde entonces y durante un lustro el Celta se abonaría a disputar competición europea de la mano de Víctor Fernández primero y Miguel Ángel Lotina después convirtiéndose además en un rival muy incómodo para los grandes. En este sentido, fue el Madrid quién sufrió mayores varapalos ante el equipo celeste, sobre todo en la temporada 98-99: entonces, el Madrid se fue de Balaídos con una manita (5-1, tres goles de Lyuboslav Penev) y se alejó definitivamente del título de Liga en una de sus derrotas más duras, cayendo incluso al quinto puesto de la clasificación. Polémicas fueron las imágenes de Roberto Carlos e Iván Campo en las gradas (los dos fuera de la lista por sanción) riéndose con sus teléfonos móviles en la mano, y bochornosos fueron algunos de los errores en defensa, con hasta tres regalos de jugadores madridistas (Guti, Karembeu e Illgner).

“Es mejor callarse porque no puedo comentar nada positivo de mi equipo. El Celta nos ha superado en todo, sobre todo en calidad y entrega”, reconoció el técnico madridista, John Benjamin Toshack, totalmente abatido en rueda de prensa. “El resultado habla por sí mismo. Siempre se puede perder...pero no de cualquier manera”. Era el tercer inquilino del banquillo madridista esa temporada tras Camacho y Hiddink.

El Madrid aun perdería dos veces más en su estadio maldito: la última visita de siglo XX y la primera del siglo XXI. Ya con Vicente del Bosque a los mandos (Toshack fue destituido dos semanas antes) el Madrid cayó 1-0 en noviembre de 1999 con un golazo de Albert Celades desde la frontal. A esas alturas de temporada (jornada 13) el Celta marchaba segundo y el Madrid... ¡undécimo! Los blancos terminarían quintos aquella Liga pero volverían a ganar la Champions tras golear al Valencia en la final.

El último mal trago llegó en mayo de 2001, a solo cinco jornadas para el final del campeonato. El Madrid, líder destacado y a la postre campeón, perdería de forma sorprendente por 3-0 ante el cuadro de Víctor Fernández gracias a los goles de Juanfran, Gustavo López y Jesuli (Mostovoi dio tres asistencias). Roberto Carlos fue expulsado en una noche aciaga de la defensa. La falta de concentración volvió a ser una de las claves, y es que unos días después el Madrid debía remontar al Bayern en Múnich para meterse en la final de la Liga de Campeones.

No lo logró, pero aquella especie de “visita al dentista” que suponía Vigo pasó a mejor vida desde entonces. De hecho, ganó sus cinco siguientes salidas y solo ha perdido una vez en Liga allí en los últimos 20 años. Fue en 2014, con un doblete de Charles, dejando al Madrid de Ancelotti sin opciones de pelear un título que se acabó llevado el Atlético.