Real Madrid-Barça: La flor de Zidane deja líder al Madrid tras ganar el Clásico

2- Real Madrid: Courtois; Lucas Vázquez (Odriozola 42'), Militao, Nacho, Mendy, Modric, Casemiro, Kroos (Marcelo 71'); Valverde (Asensio 59'), Benzema (Mariano 71') y Vinicius (Isco 71').

1- Barcelona: Ter Stegen; Dest (Griezmann 46'), Mingueza, Araujo (Ilaix 71'), Lenglet, Jordi Alba, Busquets (Sergi Roberto 63'), De Jong, Pedri (Trincao 80'), Messi y Dembélé (Braithwaite 80').

Goles: 1-0, Benzema (12'); 2-0, Kroos (26'); 2-1, Mingueza (59')

Árbitro: Gil Manzano. Expulsó a Casemiro por doble amarilla (87' y 88'). Amonestó a Pedri, Araujo, Nacho, Jordi Alba y Koeman.

Incidencias: Partido correspondiente a la 30ª jornada de Liga que se disputa en el Alfredo Di Stéfano, que alberga un Clásico por primera vez. Se guardó un minuto de silencio por la memoria de Antonio Calpe, jugador del Real Madrid recientemente fallecido.

Este Clásico era una partida de ajedrez. Un buen termómetro para medir a sus entrenadores. Ninguno de los dos podía fallar para seguir persiguiendo al Atlético, pero el Real Madrid tenía menos margen al estar dos puntos por detrás de los azulgranas. Y Zidane, pese a la necesidad, reforzó su medular con Valverde y diseñó un partido replegado con salidas rápidas con Vinicius y la referencia de Benzema. Koeman, por su parte, elegía un esquema de tres centrales con laterales largos y mediocentros ofensivos, lo que regaló espacios a la espalda de Alba y Dest, más extremos que laterales. Y ahí clavaron el colmillo los blancos. Zidane dio orden de explotar más los espacios que la posesión y el Madrid fue una apisonadora en la 1ª mitad.

El primer gol blanco retrató a la defensa culé, que pese a tener tres centrales, vio cómo Benzema les madrugaba el primer palo para marcar de tacón. Clase del francés y puñetazo al mentón azulgrana. El siguiente gol llegó en una falta al borde del área de Kroos que tropezó por el camino con la espalda de Dest, que se volvió en la barrera, y luego tocó en un Alba que no pudo sacarlo bajo palos. Aún pudo caer un tercero con un derechazo de Valverde al palo, y Lucas perdonó en una doble ocasión. El Barcelona sólo sumó un córner olímpico de Messi que tropezó con el palo. Cada pérdida azulgrana era una oportunidad blanca alimentada por la descolocación culé. Al descanso se llegaba con un justo 2-0 que premiaba la acertada estrategia de Zidane, al tiempo que castigaba la incapacidad de Koeman para frenar la sangría.

Koeman deshizo en el descanso su planteamiento retirando a Dest para meter a Griezmann, con lo que Mingueza caía al lateral en defensa de cuatro y por delante centrocampistas naturales y 'El Principito' escoltando a Messi y a Dembelé. Zidane pertrechó frente a su área a su gente e invitó a los azulgrana a jugar allí. Tenían muchos espacios, pero ya no tenían las mismas piernas. Llovía a mares cuando Mingueza pescó un centro de Alba para batir a Courtois. Los blancos jugaban a la ruleta rusa aculándose dentro de su área, con un mediocampo que robaba menos y sin posibilidad de salir en contragolpe. El Barcelona atacaba con diésel y el Madrid iba con keroseno. Estaba el partido en el alambre.

Entonces Zidane hizo tres cambios con tufillo a Champions. Salían del campo Benzema, Kroos y Vinicius, tres jugadores capitales en el equipo, entrando tres secundarios como Isco, Mariano y Marcelo. Con el equipo asediado se intuía que Zizou pensaba más en Anfied. Sin embargo, el francés acertaba metiendo oxígeno y piernas frescas. El Barcelona tenía la posesión y pisaba área, pero le sigue faltando pegada. Zidane lograba sacar con sus cambios al equipo del área, empujaba al Barça lejos de los dominios de Courtois. Pero parece que lo de la flor de Zidane es cierto, porque en el último disparo visitante, Ilaix mandaba el balón al larguero. El Real Madrid ganaba el Clásico, duerme líder y el Atlético ya le tiene encima. Zidane tendrá flor, pero también tiene un oficio que hace de este Real Madrid gris un serio candidato al título de Liga, además de un casi semifinalista de Champions.

Gil Manzano no consultó las jugadas que protestaron madridistas y azulgranas.