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REAL MADRID | Los martes de Elías Israel: La carga de profundidad de Zidane
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Publicado 31/05/2021 a las 18:37 GMT+2
Tuve la tentación de titular “La carta de un antimadridista”, pero me temo que la ironía se entiende rematadamente mal en grandes caracteres tipográficos. La misiva suena desgarradora por la dimensión histórica del personaje en las últimas dos décadas, se atisba un deseo, más que de revancha, de argumentar una decisión meditada, madura y dolorosa.
Zinédine Zidane - Real Madrid
Fuente de la imagen: Getty Images
Si la hubiese escrito cualquier periodista sería tildado directamente de antimadrista, por no seguir el argumentario oficial, pero al hacerlo uno de los mejores jugadores y el mejor entrenador de la historia del club obliga al Real Madrid a ponerse delante del espejo.
Lo que ha escrito Zinedine Zidane, a través del Diario As, no es una carta sino una carga de profundidad sobre algunos de los valores históricos que el Real Madrid ha ido dejando de lado en los últimos años en su escala de prioridades. Zizou habla de “memoria”, de “ser un ejemplo” y de que “las relaciones humanas son más importantes que el dinero”. Lo explica desde su experiencia y su vivencia, desde un gran conocimiento de la entidad por dentro y por fuera.
Demostrar agradecimiento profundo hacia Florentino Pérez no está reñido con destapar lo que, por acción u omisión, el presidente ha provocado o, como mínimo, ha consentido, aunque sus balas parecen tener otros destinos más allá del sillón presidencial. Zizou no puede olvidar que se le haya intentado erosionar desde dentro o ponerle en el disparadero, filtrando algún ultimátum cuando las cosas peor pintaban a finales de 2020 en tres medios diferentes.
Zidane se ha mordió muchas veces la lengua. Su ejercicio de madridismo es ahora sensato, sincero y valiente. Al menos, ya sabemos su verdad, seguro que tamizada por una sensación de liberación y otra de orgullo herido, por el proyecto que pudo ser y no fue. El entrenador, aún ganando tres Champions consecutivas, pocas veces tuvo peso en el Madrid de Florentino, con la única excepción de Mourinho.
De Zidane hay que aceptar su abierta crítica a los medios de comunicación, donde cada vez parece importar menos el fútbol y más el salseo. Sin ánimo de quitarnos responsabilidad, que tenemos mucha, un entrenador no debería erigirse en portavoz de ningún club. Cuando se filtra, en lugar de declarar, lo normal es que haya interpretaciones y segundas intenciones. Otro Zizou es imposible.
El francés ha querido dejar su última huella en el madridismo. Nunca se podrá descartar su vuelta. De momento, el Madrid necesita un nuevo entrenador, porque Allegri se bajó cuando los contratos ya estaban redactados, pero también necesita un portavoz, porque ya no habrá un Zidane que sonría ante las preguntas impertinentes alejadas del juego. El cambio de ciclo ya está aquí y puede que no tenga que ver solo con el banquillo. Son tiempos de cambio en el Madrid. Hay obras más allá del Bernabéu.
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