Sevilla-Real Madrid: La fe de Vinicius resucita a Zidane

SEVILLA: Bono; Navas, Koundé, Diego Carlos (Idrisi 79'), Aleix Vidal; Fernando, Jordán (Suso 63'), Rakitic (Gudelj 63'), Ocampos, Munir (Oliver Torres 46'), De Jong (En-Nesyri 63').

REAL MADRID: Courtois; Mendy, Varane, Nacho, Lucas; Casemiro, Kroos, Modric; Rodrygo (asensio 64'), Vinicius, Benzema.

ÁRBITRO: Sánchez Martínez. Amarilla a Kroos, Modric, Gudelj, Vinicius

GOLES: 0-1, Bono, en p.p. (56')

El día que Zidane se jugaba el puesto por primera vez, el miércoles volverá a hacerlo en Champions ante el Gladbach, apostó por la juventud y el entusiasmo de Vinicius y Rodrygo. Curioso porque con ello dejó en el banquillo a uno de sus jugadores fetiche, un acomodado Marco Asensio. Precisamente los brasileños fabricaron la primera ocasión a los 55 segundos de partido, donde una vez más se demostró lo vertical que es Vinicius y lo mal que define de cara a puerta. El extremo ofrece a Zidane lo que no le da nadie en el Real Madrid: regate y desquilibrio. Rompe cortinas defensivas e incomoda a las zagas rivales, pero los blancos no tienen gol. No cuentan con un goleador, un especialista. Benzema no lo es y ese lastre castiga severamente a un Real Madrid vulgar de cara a puerta. Sus registros goleadores en Liga (17 tantos en 11 partidos) demuestran su mediocridad.

A los cuatro minutos Bono se relajó en la salida del balón y la presión de Vinicius estuvo cerca de costarle el gol. Las defensas sufrían sacando la pelota ante la presión alta de los rivales, especialmente la del Sevilla. A los 20 minutos Kroos sacó una rosca, tras estampida de Vinicius, que no cogió portería por poco. La intensidad de los blancos, con el set up de partido grande, era intachable. Pero su falta de pegada les condenaba. La jugada clave de la primera parte fue un pase que dejó pasar Vinicius y Benzema atornilló abajo, pero Bono hizo un paradón tremendo evitando el primer gol. Los blancos, hoy negros, mostraban su perfil más serio, pero adoleciendo de pegada. El Sevilla tenía más balón, pero con menos sentido y ningún peligro.

Arrancó la segunda parte con Oliver Torres en lugar del lesionado Munir, lo que estabilizó al Sevilla, con más posesión y paciencia para llegar. El dominio se tradujo en una ocasión para los hispalenses con un centro desde la derecha que De Jong remató de aparatosa chilena. Zidane se movía incómodo en la banda porque el Madrid había perdido el sitio y jerarquía en el partido. Pero entonces llegó una jugada de primeras de los blancos y un centro de Mendy que Vinicius llegó a tocar lo justo, aunque no iba a puerta, para desviarla y que rebotase en Bono, entrando en su portería. Un gol de rebote, única manera posible de que marque este Madrid estéril. Lopetegui cambió el planteamiento apostando con por 4-2--3-1 sacnado a la izquierda a Ocampos, Suso a la derecha y Oliver de mediapunta con En-Nesyri por delante. Zizou matizaba su once con Asensio por Rodrygo. Nada aportó el balear y ya son demasiados partidos en el limbo.

Sin talento ni pegada, el Real Madrid mostraba su perfil más sobrio y laborioso. Solidario Modric, concentrado Varane, explícito Nacho, diligente Casemiro. El marcador era corto, el Sevilla no se rendía, pero en ningún momento los locales inquietaron realmante a Courtois. Una falta de Gudelj, una comba de Suso y una chilena de Ocampos fueron lo más peligroso de un Sevilla que despertó tarde. Pareció comprometido el grupo con Zidane y su causa en esta primera reválida para el entrenador, que solo hizo un cambio, lo que delata la confianza del francés en unos y otros en su vestuario. Ofreció el Real Madrid su perfil más aplicado de la temporada, lo que fue suficiente para ganar el partido pese a la falta de brillantes y pegada. Eso y la fe de un alborotado Vinicius que salvó a Zidane.

¿Te gusta el Real Madrid? Lee más noticias del Real Madrid en www.madridistanews.com