Un Joaquín 'cuarentón' sueña con "ver las gradas llenas de aficionados"

El capitán del Betis, Joaquín Sánchez, próximo a cumplir 40 años, afronta la que posiblemente sea su última campaña como profesional, la vigésima segunda en la élite, con "ilusión, motivación" y el sueño de ponerle el broche con un título. Joaquín espera "un año muy prometedor, bonito e ilusionante", pero también "de mucha exigencia y muy difícil".

En el sexto día de trabajo en la concentración del equipo en Bad Ragaz (Suiza), el portuense dijo a los medios del Real Betis que "cuando tienes un año exigente por delante, ahí es donde sabes que puede ser un año pletórico; de mucha exigencia, pero a la vez muy bonito", en el que deberán "competir cada tres días, en la Liga, la Copa y la Liga Europa". "La exigencia es lo que tiene. Meterse en la rueda de jugar cada tres días es lo que todo futbolista quiere: máxima exigencia, competir por ser los mejores, jugar contra los mejores equipos, y así vas creciendo como futbolista y lo disfrutas mucho más. Ésa es la filosofía que venimos trabajando, la idea del club, consolidarnos en Europa", afirmó.

El veterano extremo, que el 21 de julio cumplirá 40 años, admitió que ganar un título con el Betis "sería el broche de oro" a su "carrera profesional, si realmente" éste es su "último año", puntualizó, a la vez que destacó que, "al final, la constancia y la exigencia es lo que te va a permitir poder pelear por esos títulos". "En esa exigencia y ese nivel de preparación tenemos que estar, y hay que ser conscientes de que, al igual que el año es muy prometedor, muy bonito e ilusionante, también va a ser muy exigente, muy difícil, y vamos a tener que estar a la altura para afrontar tres competiciones, que es lo que cualquier club desearía", subrayó.

Joaquín explicó que "las pretemporadas son duras y difíciles, pero, por supuesto, es un privilegio estar aquí y disfrutar otro año más de ser futbolista", y comentó que ahora intenta "disfrutar del día a día, vivir estos momentos", porque es lo que le "da alegría para seguir". Indicó sobre estos primeros días de entrenamiento que, aunque "con los años te acostumbras", en esta etapa de su vida le "cuesta más psicológicamente" que en la parcela física y también admitió que sí piensa en que puede ser su "último año", si bien lo lleva "bien" porque continúa "en el Betis y disfrutando del fútbol". "Cuando piensas que puede ser tu último año, sabes que está cerca, pero intento no darle muchas vueltas al tema", aseguró el de El Puerto, que ha sido 52 veces internacional con España.

Deseoso de ver "las gradas del Benito Villamarín llenas" de nuevo, el capitán verdiblanco no concebía retirarse un año en el que la afición no había podido acudir al estadio y afirmó que habría sido "muy triste tener que irte así, sin el calor y el cariño de la gente, después de tantos años". También precisó que sus compañeros y el beticismo le animaban "a seguir" y, además, en el plano deportivo se encontró "bien" la última temporada, jugó "muchos partidos" y fue "importante para el equipo y el míster (el chileno Manuel Pellegrini)", algo que, junto con la de disfrutar de nuevo de la afición, era "lo primordial".