La realidad desmiente a Ancelotti: Casi ninguna leyenda del Real Madrid se despide de blanco

“Las leyendas del Madrid tienen que terminar en el Real Madrid”, dijo Carlo Ancelotti cuando fue preguntado por la posible oferta millonaria del futbol saudí a Karim Benzema y Luka Modric. El propio entrenador italiano ha visto en su segunda etapa en el banquillo del Bernabéu que dos de esas leyendas no se han despedido de blanco: ni Casemiro, vendido al Manchester United por voluntad del jugador, ni Sergio Ramos, quien no renovó su contrato y puso rumbo al PSG.

Siguiendo con los casos recientes y en caso de que quiera considerarse a Gareth Bale como leyenda, el galés anunció su reciente adiós al fútbol jugando en la MLS estadounidense y tras disputar con su selección el Mundial de Qatar 2022.

Ancelotti hace esta afirmación mirándose a sí mismo en el espejo, ya que él se retiró como futbolista en activo en el Milan en 1992, aunque pasó más temporadas como futbolista en la Roma.

En el Real Madrid no es nuevo que sus jugadores de referencia no tuvieran el adiós soñado o, al menos, esta retirada de blanco que señaló Ancelotti ante los casos de Benzema o Modric. A mediados de los noventa, al menos Emilio Butragueño tuvo un partido homenaje y Míchel una despedida en el campo con todo el Bernabéu ovacionándole. Ambos se fueron al fútbol mexicano.

Más tarde, Vicente Del Bosque o Fernando Hierro fueron literalmente despedidos del club tras ganar la Liga en 2003 en la última jornada ante el Athletic Club, generando un debate interno en el madridismo que un par de veranos antes ya se vivió con la venta de Fernando Redondo al Milan.

Raúl González se marchó al Schalke 04 y José María Gutiérrez ‘Guti’ al Besiktas turco ese mismo verano. Ambos tuvieron actos protocolarios en el Bernabéu con emotivas ruedas de prensa, pero como también le sucedió a Iker Casillas, no dijeron adiós en el campo vestidos de corto defendiendo el escudo del Real Madrid. Aunque en el caso del hoy entrenador del Castilla, posteriormente disfrutó de un partido homenaje y de todo el calor de la parroquia blanca.

Esta afirmación tan romántica de Carlo Ancelotti es difícil que se cumpla con Benzema o Modric, más si cabe si éstos deciden oír esa oferta del fútbol de Arabia Saudí. Los antecedentes en el Real Madrid y en el fútbol en general desmienten a Carletto. De hecho, repasando la lista de despedidas dolorosas, hasta Alfredo Di Stéfano la tuvo cuando fue traspasado al Espanyol y sólo Zinedine Zidane se libraría ya en una época reciente, porque su último partido como futbolista de club fue en el Bernabéu ante el Villarreal en 2006.